El precio de los discos SSD está bajando, pero más lento de lo que nos gustaría a muchos. Si quieres comprar un SSD y estás esperando, es posible que el 2019 sea un buen momento.
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Evolución del precio de los discos SSD
Los SSD se empezaron a popularizar en 2012, y fueron bajando de precio hasta finales de 2016, cuando comenzaron a subir. Esto se debió, en parte, a que había más demanda que oferta.
Las fábricas no daban abasto para producir los suficientes módulos de memoria NAND que requerían tanto los dispositivos móviles, como los discos SSD.
Afortunadamente, los fabricantes de discos duros han adaptado sus fábricas a las nuevas tecnologías y la oferta cada vez es mayor, por lo que la tendencia se está volviendo a revertir.
A esto se unen las mejoras en la tecnología de fabricación de las memorias NAND, entre las que destaca el QLC (4 bits por célula), que permite incrementar la densidad de la memoria, bajando así también el precio por GB.
Gracias a ello, la oferta y la demanda se están igualando poco a poco.
¿Y qué pasará cuando la oferta y la demanda se igualen?
Se prevé que la oferta va a aumentar en casi un 45%, lo que causará una caída de los precios en 2019 de un 15% aproximadamente.
Se estima que el precio podría alcanzar los 0,07 € por cada GB de memoria NAND. Para calcular el precio de los discos SSD habría que añadir el coste del controlador, la DRAM (que aún está bastante cara), y otros componentes menos importantes y más baratos.
Lo malo es que la DRAM está muy cara y se espera que los precios suban un 23% en los próximos meses.
El nuevo cuello de botella
Como no podía ser de otra forma, ahora hay otro obstáculo más, y es que se pronostica que el precio de las obleas de silicio puede subir entre un 10 y un 20%.
Las obleas de silicio se usan para la fabricación de la mayoría de los chips de circuitos de semiconductores: procesadores, GPUs, memorias RAM, etc. Por lo que, el cuello de botella no está en las fábricas de procesadores ni de memorias, sino más arriba, en las fábricas de obleas de silicio.
Actualmente, la demanda y la oferta de dichas obleas está bastante equilibrada, pero cualquier contratiempo puede hacer que la oferta de obleas se vea reducida y se aumenten los precios.
Las amenazas actuales más importantes son las “guerras comerciales” y los aranceles. Aunque no hay que olvidar los posibles desastres naturales, como las inundaciones de hace un par de año en Tailandia que dispararon el precio de la memoria RAM.
¿Qué pasará?
En teoría, si no hay ningún cataclismo importante, el precio de los discos SSD continuará bajando. El pronóstico es que un disco SSD de 512 GB podría bajar hasta los 70 € en 2019, uno de 1 TB se podrá comprar por unos 120 € y uno de 2 TB por unos 200 €.
Eso sí, esperemos que no venga alguna inundación o algún incendio que afecte a la fabricación.