Según los expertos, tanto el alcohol etílico (etanol) como el alcohol isopropílico pueden ser usados para limpiar y desinfectar.
El alcohol etílico y el alcohol isopropílico están compuestos de pequeñas moléculas y, aunque difieren en la ubicación de sus estructuras químicas, realizan esencialmente la misma función secando las capas externas de lípidos de las bacterias y de algunos virus siendo un desinfectante muy eficaz.
Se recomienda que el alcohol, ya sea etanol o alcohol isopropílico, se encuentre en una concentración del 70% para maximizar su poder desinfectante. Las concentraciones mayores suelen ser menos eficaces.
El alcohol etílico que se vende como producto de limpieza suele venir acompañado de la coletilla ‘desnaturalizado’ lo que significa que se le añaden sustancias tóxicas y con sabor desagradable para evitar que la gente lo beba.
No se recomienda el uso de alcoholes para esterilizar materiales médicos ni quirúrgico porque carecen de acción esporádica y no pueden penetrar en materiales ricos en proteínas. También puede usar alcohol para limpiar una herida menor, aunque suele ser mejor utilizar agua y jabón.
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