¿Qué es IoT? - Una explicación sencilla de qué es el Internet de las cosas (Internet of Things)

Rubén Castro, 13 mayo 2020

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IoT es la abreviatura de Internet of Things que en español se traduce como el Internet de las Cosas. El IoT trata de extender la capacidad de internet más allá de los ordenadores y los smartphones. La tecnología IoT pretende interconectar muchos más dispositivos a través de redes (ya sea una red privada o Internet) dónde todos ellos puedan comunicarse e interaccionar.

Los dispositivos pueden ser desde sensores de temperatura, mecanismos para subir las persianas, figoríficos, sensores en el calzado, en la ropa, etc. Cualquier cosa puede estar conectada a una red e interactuar sin necesidad de intervención humana (M2M o Machine to Machine).

Kevin Ashton usó por primera vez el término “Internet de las Cosas” en 1999. Ashton es un ingeniero británico que trabaja en el MIT y ayudó a crear el RFID y otros sensores.

¿Qué es IoT?

Si buscan en Google “¿qué es IoT?”, muchas de las respuestas son innecesariamente técnicas…

“El Internet of Things (IoT) es un sistema de dispositivos informáticos interrelacionados, máquinas mecánicas y digitales, objetos, animales o personas que están provistos de identificadores únicos y la capacidad de transferir datos a través de una red sin necesidad de interacción entre personas o entre personas y computadoras”.

Sin embargo, no necesitas leer ninguna definición porque tú ya sabes qué es IoT y para qué sirve. ¿Cómo estás leyendo este post ahora mismo? Puede que estés con el ordenador, con el móvil o tal vez con una tablet, pero sea cual sea el dispositivo que estés usando, está conectado a Internet.

Si lo piensas, la conexión a internet es algo increíble. Nos brinda posibilidades que antes no solo eran imposibles, sino que eran inimaginables.

Si ya tienes unos años, antes los móviles solo servían para llamar y enviar mensajes de texto, pero ahora puedes leer cualquier libro, ver cualquier película o escuchar cualquier canción, todo con un dispositivo que puedes sujetar con una sola mano.

Y es que conectar las cosas a Internet aumenta sus funciones y usos. Lo hemos visto con los smartphones y también con los ordenadores. Pero ¿y si esto lo aplicamos a todo?

El Internet de las cosas es en realidad un concepto bastante simple, significa conectar todas las cosas del mundo a Internet.

Y es que creo que la confusión no surge porque el concepto sea concreto y bien definido, sino más bien porque es tan amplio y difuso.

Para aclararlo, creo que es importante entender los beneficios de conectar las cosas a Internet.

La importancia del IoT

Internet evoluciona muy rápidamente. Y lo que hasta hace solo unos años era ciencia ficción, ya es una realidad gracias al IoT.

El IoT está transformando las industrias, desde la agricultura hasta la sanidad, y poco a poco también va cambiando nuestros hogares.

Cuando algo está conectado a Internet, significa que está conectado y que puede enviar información y recibir información. Esta capacidad de enviar y/o recibir información hace que las cosas ganen el adjetivo de inteligentes.

Volvamos a los teléfonos inteligentes porque ya casi no podemos vivir sin ellos. Ahora mismo puedes escuchar prácticamnete cualquier canción del mundo, pero no es porque tu teléfono tenga almacenadas todas las canciones del mundo. Es porque todas las canciones del mundo están almacenadas en otro lugar, pero el teléfono puede enviar información (pidiendo esa canción) y luego recibir información (la canción).

Y es que para ser inteligente, un dispositivo no necesita ser muy potente ni tener un almacenamiento infinito. Lo único que necesita es ser capaz de conectarse a un superordenador o a un servicio de almacenamiento, respectivamente.

En el IoT podemos dividir todas las cosas en tres categorías:

  • Cosas que recogen información y luego la envían.
  • Cosas que reciben información y luego actúan sobre ella.
  • Cosas que hacen ambas cosas.

Y cuando juntamos dispositivos de las tres categorías surgen enormes beneficios.

Recopilar y enviar información - los sensores

Los sensores pueden ser de temperatura, de movimiento, de frecuencia cardiaca, de humedad, de calidad del aire, de luz, de todo. Estos sensores, junto con una conexión, nos permiten recoger automáticamente información de cualquier entorno lo que, a su vez, nos permite tomar decisiones más inteligentes.

En una plantación, por ejemplo, podemos obtener de manera automática la información sobre humedad del suelo lo que puede ayudar a los agricultores a regar sus cultivos con la cantidad exacta de agua para conseguir la mejor cosecha posible sin malgastar agua y sin regar demasiado poco (lo que puede resultar en una costosa pérdida de cultivos).

Así como nuestra vista, oído, olfato, tacto y gusto nos permiten a nosotros, los humanos, dar sentido al mundo, los sensores permiten a las máquinas dar sentido al mundo.

Recibir y actuar sobre la información

Todos estamos muy familiarizados con las máquinas que obtienen información y luego utilizan esos datos para actuar. Piensa en una impresora, recibe un documento y lo imprime. Tu coche recibe una señal de las llaves y las puertas se abren.

Haciendo ambas cosas - recogen y envían; reciben y actuan

Aquí es donde surge el mayor poder del IoT, en los dispositivos que recogen información y la envían, pero también reciben información y actúan sobre ella.

Volvamos al ejemplo de la agricultura. Los sensores pueden recoger información sobre la humedad del suelo para decirle al agricultor cuánto debe regar los cultivos, pero en realidad no se necesita al granjero. En su lugar, el sistema de riego puede encenderse automáticamente según sea necesario, en función de la cantidad de humedad del suelo.

Y podemos dar un paso más. Si el sistema de irrigación recibe información sobre el clima a través de su conexión a Internet, también puede saber cuándo va a llover y decidir no regar los cultivos hoy porque va a llover.

Pero gracias a la información casi infinita que pueden manejar los sistemas informáticos, podemos seguir dando pasos y más pasos. Toda esta información sobre la humedad del suelo, cuánto el sistema de irrigación está regando los cultivos, y qué tan bien crecen los cultivos puede ser recolectada y enviada a supercomputadoras. Esos ordenadores ejecutan algoritmos que pueden dar sentido a toda esta información y optimizar el proceso mejorando la productividad ahorrando costes.

Y todo eso lo hemos obtenido de un solo sensor conectado a internet. Añade más sensores como la luz, la calidad del aire y la temperatura… Los algoritmos podrán sacar mucha más información y aprender mucho más. Con docenas, cientos, miles de plantaciones recogiendo información, los algoritmos pueden crear nuevos conocimientos sobre cómo hacer que los cultivos crezcan mejor, ayudando a alimentar a la creciente población mundial.

El desarrollo actual del IoT

El IoT puede provocar la Cuarta Revolución Industrial o lo que también se conoce como IIoT (Internet Industrial de las Cosas) ya que la combinación de sensores, redes inalámbricas, Big Data e IA puede suponer un salto cualitativo a nivel empresarial.

A nivel doméstico, la automatización de edificios, como la iluminación, la climatización, la seguridad, etc. es el sector de más rápido crecimiento; seguido muy de cerca por la automoción (coches conectados).

También otros sectores como el de la sanidad se beneficiarán enormemente con los dispositivos IoT (control de enfermedades crónicas).

El gasto mundial en IoT alcanzó los 745.000 millones de dólares en 2019, un aumento del 15,4% con respecto a los 646.000 millones de dólares gastados en 2018, se preveé que se superará el billón (europeo) de dólares en 2022.ref

Además, los analistas de IDC creen que en el 2025 habrá un total de 41.600 millones de dispositivos de IoT en servicio.

IPv4

Es posible que hayas oído que las direcciones IP son limitadas y se han agotada.

Una dirección IP es la dirección de una conexión. Muy parecido a la dirección de tu casa, pero en internet.

Y es verdad, se han agotado las direcciones IP del protocolo IPv4, sin embargo, la adopción de IPv6 va a proporcionar suficientes direcciones IP para que todos los dispositivos del mundo y, de hecho, de nuestra galaxia, puedan tener una dirección IP única con la que conectarse a internet.

Los grandes problemas del IoT: seguridad y privacidad

A nivel industrial, el mayor problema del IoT es la seguridad.

Los sensores pueden estar recogiendo datos sensibles o pueden poder actuar sobre sistemas estratégicos (presas) o sobre sistemas que pueden ocasionar costes importantes. Por eso, mantener esa seguridad es vital para el futuro desarrollo del sector IoT en todos los ámbitos industriales.

El IoT tiende un puente entre el mundo digital y el mundo físico, lo que significa que la piratería de dispositivos puede tener peligrosas consecuencias en el mundo real. Hackear los sensores que controlan la temperatura en una central eléctrica podría engañar a los operadores para que tomen una decisión catastrófica; tomar el control de un coche sin conductor también podría terminar en un desastre.

Y lamentablemente, de momento, el historial en cuanto a seguridad del IoT es muy malo. Demasiados dispositivos de IoT dan poca importancia a los fundamentos de la seguridad, como el cifrado de datos en tránsito y en reposo o a la actualización del firmware.

Se descubren fallos en el softwarese de dispositivos IoT de manera regular y muchos dispositivos carecen de la capacidad de ser parcheados, lo que significa que estarán en permanente riesgo de ser hackeados.

En el hogar, los piratas informáticos se han centrado últimamente en compromoter routers, cámaras webs, frigoríficos, hornos y lavaplatos que carecen de los sistemas de seguridad necesarios.

Por ejemplo, los investigadores descubrieron cerca de 100.000 cámaras web que podían ser pirateadas con facilidadref. También se han descubierto vulnerabilidades en algunos relojes inteligentes para niños que permiten a los piratas informáticos rastrear la ubicación del usuario, escuchar a escondidas las conversaciones o incluso comunicarse con él.ref

Los gobiernos están cada vez más preocupados por los riesgos que esto conlleva y están empezando a exigir que los dispositivos tengan contraseñas únicas, que las empresas proporcionen un punto de contacto público para que cualquiera pueda informar de una vulnerabilidad (y que se actúe en consecuencia), y que los fabricantes indiquen explícitamente durante cuánto tiempo los dispositivos recibirán actualizaciones de seguridad.

Todo esto se aplica también a la industria, donde los riesgos son aún mayores. Conectar maquinaria industrial a redes de IoT aumenta el riesgo potencial de que los hackers descubran y ataquen estos dispositivos.

El espionaje industrial o un ataque destructivo a la infraestructura crítica son riesgos potenciales del IoT

Esto significa que las empresas tendrán que asegurarse de que estas redes estén aisladas y protegidas, siendo necesaria disponer de mecanismos de seguridad en los sensores, las puertas de enlace y otros componentes. Sin embargo, el estado actual de la tecnología IoT y la falta de una planificación coherente de la seguridad en IoT dificulta aún más las cosas.

La privacidad a nivel doméstico

Con todos esos sensores recigiendo datos de todo lo que hacemos, el IoT es un gran enemigo de la privacidad.

Mediante los dispositivos IoT puede saberse a qué hora te despiertas, si eres consumidor de café, cómo te lavas los dientes, qué emisora de radio escuchas, qué tipo de comida comes, qué enfermedades sufres, quién te visita, etc.

Aunque las empresas ganarán dinero vendiéndote el dispositivo inteligente, su modelo de negocio probablemente también implica la venta de algunos de esos datos.

Lo que sucede con esos datos es un asunto de privacidad de vital importancia. Es sorprendentemente fácil averiguar mucho sobre una persona a partir de unas pocas lecturas de sensores diferentes. En un proyecto, un investigador descubrió que analizando los datos que registraban sólo el consumo de energía de la casa, los niveles de monóxido de carbono y dióxido de carbono, la temperatura y la humedad a lo largo del día, podían calcular lo que alguien estaba cenando.

Resumen

El IoT trata de extender la capacidad de Internet más allá de los computadores y los teléfonos inteligentes. Esas cosas “conectadas” se pueden usar para reunir información, enviar información de vuelta, o ambas cosas.

El IoT es de suma importancia a nivel empresarial ya que puede aumentar la comprensión y el control sobre los entornos de trabajo que han permanecido hasta ahora fuera del alcance de Internet. Al hacerlo, la IO permite a las empresas y a las personas estar más conectadas con el mundo que las rodea y hacer un trabajo más significativo a nivel global.

Rubén Castro

Redactor

Apasionado de explorar y diseccionar lo último en tecnología. Tengo mucha experiencia en el mundo de los ordenadores y el gaming, aunque también me gustan todos los tipos de gadgets.

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