¿Cómo eliminar el cloro del agua del grifo?

Rubén Castro, 11 diciembre 2023

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El cloro es un elemento químico que se suele añadir al agua del grifo como desinfectante para matar o desactivar bacterias, virus y otros microorganismos potencialmente dañinos que puedan existir en el suministro de agua. Su objetivo principal es hacer que el agua sea segura para el consumo reduciendo el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua.

Aunque el cloro es un desinfectante eficaz, tiene algunos inconvenientes. Por ejemplo, el sabor y el olor del cloro pueden ser perceptibles en el agua del grifo, lo que puede resultar desagradable para algunas personas. Además, el cloro puede reaccionar con la materia orgánica del agua y formar subproductos de la desinfección que, en altas concentraciones, pueden tener riesgos potenciales para la salud. Se hacen esfuerzos por controlar y regular estos subproductos para garantizar que se mantienen dentro de límites seguros.

Para hacer frente a las preocupaciones sobre el sabor o el olor del cloro en el agua del grifo, algunas personas utilizan sistemas de filtración de agua, pero también podemos dejar reposando el agua en un recipiente abierto para que el cloro se evapore antes de consumirlo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esto puede comprometer la desinfección del agua, por lo que es esencial encontrar un equilibrio entre las preferencias de sabor y el mantenimiento de la seguridad del agua.

Como curiosidad, en las piscinas también utilizamos el cloro para mantener el agua libre de bacterias y hongos, sin embargo, se utilizan concentraciones mucho más altas por lo que la exposición prolongada a este elemento puede llegar a causar irritaciones en los ojos o en la piel, dañar los dientes o, en casos extremos, causar edemas pulmonares. Pero todos estos problemas tienen fácil solución, y para ello solo es necesario seguir una serie de pautas: dúchate bien antes y después de cada baño, evita tragar agua, haz un buen uso de las gafas de bucear si te gusta abrir los ojos debajo del agua e hidrátate bien la piel cuando salgas de la piscina.

Hoy en día también es común encontrarnos piscinas en las que el agua es salada. Las piscinas de agua salada generan cloro por medio de la sal, de manera que se evita la utilización de cloro químico en las mismas. Esto es beneficioso, no solo para nuestra salud, sino también para el medio ambiente.

Cómo eliminar el cloro del agua del grifo

Lo primero que hay que tener en cuenta que la gran mayoría de los sistemas públicos de abastecimiento de agua mantienen los niveles de cloro dentro de las normas reglamentarias para garantizar la seguridad del agua y minimizar al mismo tiempo los posibles riesgos para la salud derivados de los subproductos de la desinfección.

Subproductos de la desinfección (DBP): Cuando el cloro reacciona con la materia orgánica del agua, puede formar subproductos de la desinfección como los trihalometanos (THM) y los ácidos haloacéticos (HAA). Algunos estudios han sugerido que la exposición a largo plazo a niveles elevados puede estar asociada a riesgos para la salud, incluido un mayor riesgo de ciertos cánceres y problemas reproductivos. Los organismos reguladores establecen límites sobre los niveles aceptables de DBPs en el agua potable para minimizar estos riesgos.

En la mayoría de los países desarrollados, el agua potable se somete a rigurosas pruebas y procesos de tratamiento para cumplir las normas de seguridad y es completamente seguro su uso. Sin embargo, el cloro tiene sabor y olor que no gusta a muchas personas.

Para eliminar el cloro, podemos:

  • Utilizar sistemas de filtración de agua. Puede ser una simple jarra con un filtro o un dispensador de agua que se conecta al grifo. Las jarras suelen ser una solución más cara y menos ecológica. En este caso, es importante realizar el cambio de filtro con regularidad para que no se convierta en un punto clave para microbios y demás partículas que contaminan el agua. Los dispensadores de agua funcionan con el mismo mecanismo que las jarras filtrantes, pero suelen ser más cómodos de usar.
  • Dejar reposar el agua: el cloro se evapora con rapidez. Por lo que podemos dejar reposar el agua en una botella abierta durante un tiempo (15 min - unas horas) para permitir que el cloro se disipe antes de consumirla. Eso sí, se recomienda consumir esta agua en un plazo de 24 h, si la dejamos más tiempo, al no tener cloro, puede contaminarse con bacterias, virus y otros microorganismos potencialmente dañinos.
Si queremos acelerar la evaporación, podemos poner el agua a hervir. El cloro se evapora con el calor y, además, nos aseguramos de acabar con microbios y bacterias. Esta puede ser una solución recomendable para lactantes y personas cuya salud se encuentra en un estado delicado.

Rubén Castro

Redactor

Apasionado de explorar y diseccionar lo último en tecnología. Tengo mucha experiencia en el mundo de los ordenadores y el gaming, aunque también me gustan todos los tipos de gadgets.

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