Todo lo que debes saber sobre la semaglutida

¿Qué es la semaglutida?

La Semaglutida es una inyección que se vende bajo las marcas Wegovy y Ozempic, al menos en terreno estadounidense.

Ozempic se aprobó en un principio para uso médico en pacientes con diabetes tipo 2 para regular los niveles de azúcar en la sangre, controlar el peso y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovascular.

Pero en junio de 2021, la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU aprobó también Wegovy, un fármaco hermano con una dosis más alta que Ozempic, para el control del peso a largo plazo. >> La semaglutida es una inyección que ayuda al control y a la pérdida de peso a personas con problemas de este tipo. Desde entonces, se rumorea que estas inyecciones se han vuelto populares entre las celebrities que se inyectan por razones estéticas más que relacionadas con su salud.

¿Podría la semaglutida convertirse en la inyección con receta más aceptada de Hollywood desde la aprobación del Botox para uso cosmético en 2002? Su aumento en popularidad apunta a que es muy posible.

Hasta ahora, Elon Musk ha sido el único personaje público que ha admitido de forma pública que atribuye su pérdida de peso a la inyección.

En cualquier caso, lo que se habla entre los equipos de glamour de las celebridades, entre los nutricionistas y, por supuesto, en TikTok, sugiere que se ha convertido en una parte normalizada para la preparación de la alfombra roja en las celebrities.

Por otra parte, aunque los médicos que prescriben el medicamento están entusiasmados con la forma en la que la semaglutida ayudará y ayuda a los pacientes para los que fue diseñada, algunos desconfían de que el medicamento se use para promover la delgadez y los estándares de belleza inalcanzables.

¿Cómo funciona la semaglutida?

Este medicamento, que es en esencia una cadena de aminoácidos, disminuye los niveles de azúcar en la sangre y suprime el apetito una vez que se inyecta.

Esta proteína similar al glucagón se usa en el cuerpo para estimular la producción de insulina, por lo tanto, controla los niveles de glucosa en la sangre y ayuda al metabolismo. Estos medicamentos también retardan el tiempo de vaciado gástrico, lo que da la sensación de saciedad antes y elimina los antojos.

Por estas razones, los profesionales médicos recetan la semaglutida a pacientes con diabetes tipo 2 (su uso originalmente previsto) y a pacientes con sobrepeso para ayudar a reducir el riesgo de problemas cardíacos, accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardiovasculares a través de la pérdida de peso.

Después de tener una receta médica, los pacientes que emplean la semaglutida tienen la tarea de inyectarse el medicamento en casa de forma semanal.

Según datos de la ciudad de Nueva York, las dosis mensuales al inicio del tratamiento comienzan en 0.25 mg para todos los pacientes y se pueden aumentar hasta 2.4 mg dependiendo de la pérdida de peso deseada.

La cantidad de tiempo dedicado a tomar el medicamento también varía con cada paciente. En realidad depende de las necesidades del paciente y de si su aumento de peso ha sido un problema a corto o largo plazo, por eso el médico debe planificar con cuidado el cronograma de semaglutida de un paciente.

¿Quién es un buen candidato para la semaglutida?

Hay algunos factores a considerar antes de tomar este medicamento. Técnicamente, un paciente es candidato para la semaglutida siempre y cuando haya fines de pérdida de peso si su índice de masa corporal es 27 con problemas relacionadas con el peso (como presión arterial alta, colesterol alto o diabetes) o con índice de masa corporal de 30+ con o sin esos problemas asociados.

Los resultados de un ensayo clínico encontraron que la pérdida de peso mensual era típica para aquellos con un IMC superior a 25, mientras que aquellos con un IMC más bajo experimentaron una reducción de peso mensual menor. >> Las únicas personas aptas para tomar este medicamento son aquellas cuyo medico lo considere, nadie debería hacerlo por voluntad propia. Además de los requisitos básicos físicos, los especialistas apuntan que los pacientes deben ser examinados para detectar trastornos alimentarios que puedan tener, incluidos los atracones y la alimentación de tipo emocional.

Este tipo de evaluación a mayores es importante para garantizar que los pacientes consigan perder peso de una manera saludable y sostenible, tanto física como mentalmente. Asimismo, las únicas condiciones de salud que impedirían el uso de la inyección son antecedentes de cálculos biliares, pancreatitis o factores de riesgo de cáncer medular de tiroides.

¿Existen efectos secundarios o riesgos con la semaglutida?

La mayoría de los usuarios, como ya hemos indicado, sufren una disminución del hambre a los pocos días posteriores a la inyección y, por lo general, la sensación de hambre vuelve justo a tiempo para la próxima inyección.

Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, estreñimiento, diarrea, eructos, acidez estomacal y calambres abdominales.

Estos efectos son en parte la razón por la cual los médicos comienzan las recetas de semaglutida con una dosis baja y aumentan de forma gradual las dosis según la tolerancia.

Existen riesgos asociados con la semaglutida, incluido el empeoramiento del reflujo, la pancreatitis (probablemente causada por cálculos biliares que se desarrollan en el contexto de una pérdida de peso rápida) y una mayor probabilidad de cáncer medular de tiroides.

En cualquier caso, todos los medicamente cuentan con efectos secundarios y no todas las personas los tienen que padecer, de ahí que se comercialicen, porque se consideran lo suficiente seguros como para su uso.

Por otra parte, a los pacientes a los que en la actualidad se les recetan otros medicamentos de la misma clase (GLP-1) o medicamentos para la diabetes (llamados inhibidores de la DPP-IV) no pueden combinarlos con el uso de semaglutida.

Todos los expertos coinciden en lo mismo: la semaglutida está destinada a usarse como una herramienta a mayores para un déficit de calorías y un estilo de vida activo con el fin de lograr la pérdida de peso.

Dado que la semaglutida tiene el potencial de causar estreñimiento, náuseas y reflujo, de forma preventiva se prescribe a los pacientes que mantengan una dieta con un alto contenido de fibra, dietas bajas en grasas y restringidas en calorías para minimizar el riesgo de estos efectos secundarios.

También se les suele aconsejar a los pacientes que cenen temprano y minimicen el consumo de alcohol. Dado que la pérdida de peso rápida puede afectar negativamente el metabolismo y a las hormonas, es importante implementar cambios en el estilo de vida junto con el medicamento.

Como todos los medicamentos, los cambios en el estilo de vida son esenciales para garantizar resultados seguros y efectivos. Mientras se toman estos medicamentos, se debe tener cuidado de no comer en exceso, ya que puede causar malestar gastrointestinal.

La semaglutida es simplemente una herramienta médica que se usa junto con una buena nutrición, dieta y ejercicio.

En cuanto a las celebrities que supuestamente han estado usando semaglutida pero que no se consideran clínicamente obesas, por supuesto los especialistas desaconsejan este tipo de uso.

Usar este fármaco para mantener un peso corporal que sea bajo para el cuerpo no es el propósito previsto y es muy probable que sea un uso peligroso e insostenible del medicamento.

Al final, el uso de semaglutida tan solo con fines estéticos se considera un uso no indicado y agota un medicamento que es útil para las condiciones de salud reales con las cuales el medicamento fue creado para mejorar.

De hecho, ahora incluso hay escasez de semaglutida en los Estados Unidos.

Este medicamento, como todos los medicamentos recetados, solo debe usarse cuando lo receta un especialista médico que cree que es realmente necesario para la salud del paciente.