Los Kiwi Ears Étude son unos auriculares IEM muy interesantes por menos de 120 dólares. Este intraauricular trihíbrido combina la tecnología de drivers tradicional con el rompedor Kiwi Vibration Transducer (KVT) que proporciona unos graves táctiles, creando una experiencia auditiva única en su rango de precio.
Kiwi Ears Étude

Me gusta
- Diseño original
- Graves táctiles y envolventes
- Excelente escena sonora para unos IEM de este precio
- Muy cómodos en sesiones largas
No me gusta
- No son adecuados para los que buscan sonido Hi-Fi o agudos hiper-detallados
- Algo de reberveración en algunas canciones debido al KVT
- Pueden resultar demasiado grandes si tenemos orejas muy pequeñas
Diseño
Los Kiwi Ears Étude llegan en un compacto paquete con un llamativo fondo amarillo brillante y la imagen del modelo en la portada. La experiencia de desempaquetado, aunque no extravagante para el precio, transmite la sensación de un producto premium con una presentación cuidada.
En la caja encontramos:
- Los auriculares IEM Kiwi Ears Étude
- Cable desmontable de 2 pines 0,78 mm (1,2 m)
- Nueve pares de puntas de silicona en tres tipos y tallas
- Estuche rígido con cierre de cremallera
- Documentación de garantía y manual de usuario
La variedad de puntas es especialmente destacable, pues ofrece tres estilos distintos en tallas S, M y L para adaptarse a diferentes conductos. El paquete de accesorios es funcional más que lujoso, pero incluye todo lo necesario para lograr un ajuste óptimo.
Lo primero que llama la atención son los propios auriculares ya que transmiten una calidad de fabricación impresionante para su precio. Su carcasa de resina tiene un diseño realmente impresionante. Parece casi una joya…
Pese a su tamaño considerable —necesario para alojar la compleja configuración de cinco drivers— resultan sorprendentemente ligeros.
Los auriculares emplean conectores de 2 pines 0,78 mm en la parte superior de cada cápsula, garantizando una conexión segura. El cable incluido, aunque funcional, es el punto donde se evidencia el recorte de costes: resulta ligero y cuenta con ajuste en la barbilla, pero su tacto es relativamente básico.
Las cápsulas son grandes debido a que tenemos 5 drivers en total, y en especial al KVT que necesita espacio extra.
El KVT o Kiwi Vibration Transducer es un tipo de transductor de vibraciones patentado utilizado en algunos modelos de auriculares IEM. Este transductor usa imanes de neodimio suspendidos por sistemas de muelles de alta tensión para hacer vibrar físicamente una placa conductora, lo que produce graves táctiles y mejora la experiencia sonora a través de sensaciones físicas de vibración que acompañan al sonido.
En cuanto a comodidad, yo tengo orejas de tamaño mediano y apenas noto que los llevo puesto. Pese al conjunto de drivers, los Étude son sorprendentemente livianos, favoreciendo sesiones de escucha sin fatiga. La resina pulida evita puntos de presión y los auriculares se mantienen estables incluso en movimiento
Sonido
La tecnología KVT - ¿revolucionaria?
Como hemos visto, la tecnología Kiwi Vibration Transducer es la característica que más define a los Étude. A diferencia de los típicos drivers, KVT usa imanes de neodimio N52 suspendidos por muelles de alta tensión para vibrar una placa conductora. Esta tecnología añade vibraciones táctiles que refuerzan las frecuencias graves-medias, ofreciendo una experiencia más inmersiva que la reproducción sonora tradicional.
Firma sonora global
Los Étude exhiben una firma ligeramente en V, con graves y agudos elevadas y un toque de calidez en medios-bajos. La ecualización prioriza la musicalidad sobre la neutralidad clínica, resultando ideal para escucha casual y géneros variados.
Rendimiento de graves: la estrella del show
La combinación del DD de berilio de 10 mm con el KVT crea un grave que se escucha y se siente. El efecto táctil resalta en notas sostenidas de bajo eléctrico o pads electrónicos, aportando una textura casi subwoofer-like.
- Sub-grave: presencia contundente, pero controlada
- Grave medio: denso, jugoso y contundente, con gran articulación
- Ataque y decaimiento: ataque nítido, decaimiento breve y limpio
- Control: velocidad y precisión sin embadurnar la mezcla
En general, el rendimiento de los graves es excelente. Tienen una fuerza, pegada y contundencia magníficas sin ahogar al resto del espectro. Géneros como electrónica, hip-hop y pop se benefician especialmente. No obstante, el KVT puede introducir artefactos: algún clank metálico y reverberación artificial en voces masculinas graves y podcasts.
Medios: naturales y envolventes
Los medios logran equilibrar neutralidad y calidez; el KVT aporta cuerpo a los medios-bajos sin enturbiar:
- Voces: naturales, cercanas y emotivas
- Claridad instrumental: buena separación entre voces e instrumentos
- Tonalidad: ligeramente seca y limpia, evita fatiga
- Resolución: gran nivel de detalle para el precio
Me encanta como se escuchan las voces femeninas, suenan cristalinas y reales como si las tuvieras cantándote a ti personalmente. Los instrumentos también suenan nitidos y con una separación muy buena. Las masculinas ganan cuerpo gracias al transductor de vibración.
Agudos: suaves y refinados
Los agudos son relativamente relajados por lo que priorizan la comodidad prolongada sobre la hiper-definición:
- Extensión: suave caída en las frecuencias más altas
- Detalle: buen nivel de resolución dentro del rango de precio
- Fatiga: agudos muy tolerables en sesiones largas
- Balance: ligeramente oscuros, evitando sibilancias
Los agudos son perfectos para los que queremos usar los Étude el máximo tiempo posible. No fatigan nada. Eso sí, no satisfarán a quienes busquen la máxima brillantez.
Escena e imagen
Los Étude ofrecen una escena moderadamente ancha que, sin ser excepcional, otorga buen espacio.
- Ancho: promedio-bueno para su precio
- Profundidad: algo limitada pero funcional
- Separación L-R: imagen estéreo sólida
- Posicionamiento: cues direccionales claros
- Resolución y microdetalle: captan microdetalles —respiraciones, texturas, ambientes— al nivel de IEM que cuestan casi el doble. El KVT añade textura y profundidad, incrementando la inmersión.
- Amplificación y escalabilidad: he probado los Étude con el DAC portátil IKKO Zerda ITM01, con varios ordenadores portátiles normales y algún teléfono móvil que aún tiene minijack. Y la verdad es que se mueven muy fácilmente con cualquier dispositivo, pero su rendimiento destaca con fuentes capaces de entregar una señal más potente, como las que proporcionan una salida de 2 VRMS (voltios RMS, que indican la fuerza de la señal de audio enviada al auricular). Esto se traduce en un mejor control de los graves y mayor claridad en los medios.
Opinión
Los Kiwi Ears Étude hacen una proposición de valor muy interesante… Desde mi punto de vista, son un experimento audaz y exitoso al implementar el KVT, lo que ofrece una experiencia única que lo diferencia en el abarrotado mercado de IEM económicos. Aunque su cable es básico y el tamaño puede ser grande para algunos, los Étude compensan con una tecnología innovadora, una firma sonora atractiva y una sólida construcción.
Para terminar, quiero comentar que estos auriculares me han animado a redescubrir mi biblioteca musical, revelando texturas y dimensiones inéditas en temas que ya tenía más que trillados.
Su combinación de tecnología KVT, drivers de berilio y configuración trihíbrida ofrece un valor extraordinario para quienes buscan una escucha relajada y divertida de extraordinaria calidad en este rango de precios (están por 119 dólares en la web del fabricante).