Leer con poca luz no daña la vista

Siempre nos han dicho que leer en un lugar poco iluminado perjudica la vista. Sin embargo, no es más que un mito. En realidad, el único “daño” que puede causar la lectura en un entorno poco iluminado, en comparación con la lectura en un entorno ampliamente iluminado, es la fatiga visual adicional, que desaparecerá simplemente descansando los ojos.

Esto no debería ser una sorpresa, ya que durante siglos la gente ha leído a la luz de las velas sin que se produjera una reducción rápida de la vista. De hecho, ha sucedido lo contrario, con tasas de cosas como la miopía, que suele ser lo que más se cita como lo que contribuye a la lectura con luz tenue, que está en aumento a pesar de todas nuestras fuentes de luz brillante.

Se trata de uno de los mitos más extendidos e, incluso, muchos médicos lo creen. Además de los médicos, el 56% de los profesores encuestados por BioMed Central afirman que, para mantener una buena salud ocular, la gente debería evitar leer con luz tenue, a pesar de que, hasta la fecha, ningún estudio científico ha podido demostrar de forma concluyente que leer con luz tenue perjudique la vista (a largo plazo) más que leer en una zona adecuadamente iluminada.

Ahora bien, hay que señalar que las personas que leen mucho o que se concentran en cosas de cerca durante largos periodos de tiempo, como las personas que trabajan con ordenadores todo el día o que cosen mucho o cosas similares, tienen una mayor tendencia a desarrollar miopía, pero la luz tenue no parece empeorar esta tendencia, sino que la lectura excesiva parece contribuir a desarrollar miopía.

Todavía no se sabe exactamente por qué, pero la correlación es lo suficientemente fuerte entre los grupos de personas que hacen mucho “trabajo de cerca” y su propensión a desarrollar miopía a un ritmo drásticamente mayor que la media. Por tanto, realizar un trabajo centrando la vista en un punto cercano es un factor importante que contribuye a desarrollar miopía. La teoría principal, que parece bastante plausible, es que el esfuerzo casi constante de los músculos que enfocan el ojo, estirando un poco el globo ocular, a lo largo de los años provoca gradualmente un alargamiento permanente del globo ocular, por lo que la persona desarrolla miopía a medida que envejece.

Ahora bien, leer con poca luz parece aumentar la fatiga visual, por lo que algunos teorizan que esto agrava el problema anterior, suponiendo que esa teoría sea correcta, pero el consenso entre los optometristas es que si esto es lo que está ocurriendo y la fatiga visual es, de hecho, significativamente mayor con poca luz, es muy poco probable que la diferencia vaya a ser tan grande como para producir una aceleración notable del desarrollo de la miopía respecto a la lectura en una zona bien iluminada.

La razón por la que se cree que la lectura con poca luz aumenta la fatiga visual es porque los ojos tienen que trabajar mucho más para enfocar las palabras. El iris intenta simultáneamente abrir la pupila al máximo para que entre más luz, mientras que el ojo trata de enfocar la pequeña cantidad de luz que llega a la retina para poder distinguir entre las palabras y la propia página. Según el profesor de optometría Howard Howland, de la Universidad de Cornell, esto se consigue alargando los músculos del ojo aún más de lo normal al leer para enfocar todo.

Cuidar la vista

Tanto si se lee con poca luz como con mucha luz durante mucho tiempo, la fatiga visual resultante no es grave y simplemente hay que descansar los ojos de vez en cuando. Para ello, hay que dejar periódicamente de enfocar algo de cerca y, en su lugar, mirar algo de lejos. En concreto, como norma general, los optometristas suelen recomendar que se deje de enfocar los ojos en cosas cercanas durante uno o dos minutos cada 15-30 minutos. Además, cerrar los ojos durante un minuto ayuda porque, mientras se lee, se suele parpadear aproximadamente una cuarta parte de lo que se haría normalmente, por lo que los ojos pueden resecarse un poco. Intentar entrenarse para parpadear regularmente mientras se está concentrado no suele ser factible, por lo que el método de cerrar los ojos suele funcionar mejor para la mayoría de la gente.

Otra forma de promover una buena salud ocular es comer mucha fruta y verdura, sobre todo las ricas en antioxidantes, así como mantenerse alejado de las grasas saturadas y los aceites hidrogenados. Obviamente, esto también es bueno para todo el cuerpo, así que no es de extrañar que también sea saludable para los ojos.

Llevar gafas de sol con filtro UV al 100% siempre que se esté al aire libre durante el día también es muy bueno para la salud de los ojos a largo plazo. Incluso cuando está nublado, la luz ultravioleta atraviesa las nubes (ya que éstas están formadas principalmente por agua y el agua es transparente a los rayos ultravioleta) y provoca daños muy leves en los ojos, que con el tiempo se van acumulando.