GlobalFoundries invertía 4.000 millones de dólares en ampliar una de sus fábricas

Rubén Castro, 25 junio 2021

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Las dificultades a las que se enfrenta la industria de los semiconductores son tan conocidas últimamente que las noticias sobre la escasez de chips y los correspondientes problemas que provocan se han convertido en algo habitual.

La escasez de chips está provocando importantes planes en las grandes empresas de semiconductores. El ejemplo más reciente es el anuncio de GlobalFoundries de ampliar considerablemente la capacidad de su actual planta de fabricación de chips en Singapur. La empresa ha anunciado una inversión de 4.000 millones de dólares, para construir una ampliación de más de 23.000 metros cuadrados que se espera abrir para la producción en 2023.

La inversión permitirá a la empresa aumentar su producción global en un 33%, incrementando su capacidad de producción de obleas de 300 mm de unos 720.000 al año a algo menos de 1,2 millones al año, además de las casi 700.000 obleas de 200 mm que también fabrican allí cada año.

La necesidad de una mayor capacidad de producción de chips se ha hecho dolorosamente evidente durante la pandemia, por lo que es evidente que es estupendo ver que se realiza la inversión de GlobalFoundries (GF). La noticia de esta ampliación es importante tanto para la empresa como para el sector de los semiconductores en general por varias razones.


En primer lugar, pone una atención muy merecida en la parte de la industria que, francamente, se ha pasado por alto durante gran parte de las últimas décadas. Para los que siguen la evolución de la industria de los chips, la mayor parte de la prensa y la atención se dirigen a lo que se conoce como nodos de proceso principales. Esto significa que los tamaños de los chips son cada vez más pequeños, por ejemplo, 7nm (nanómetros), 5nm, 3nm, etc. Aunque estos chips de última generación alimentan los smartphones y muchos otros dispositivos atractivos e importantes, sólo representan un 30% de los ingresos totales de la industria de los chips y un 10% de las unidades fabricadas.

Y lo que es más importante, son extremadamente difíciles y caros de desarrollar. Por eso, hace varios años, GF tomó la decisión -entonces bastante controvertida- de dejar de jugar al juego de los nanómetros y centrarse en añadir nuevas capacidades y funciones a los chips fabricados con transistores de mayor tamaño (12 nm y más). Estos tipos de chips no sólo constituyen la mayor parte de los envíos y los ingresos de la industria de los semiconductores, sino que resulta que hay bastantes aplicaciones para las que son la mejor tecnología. Aplicaciones como la RF (radiofrecuencia), la energía analógica y la memoria no volátil, por ejemplo, que son fundamentales para cosas como el 5G, la automoción, el IoT y muchas otras industrias, son las más adecuadas para los tamaños de chip en los que GlobalFoundries decidió centrarse.

Desafortunadamente, gran parte de la industria había comprado la noción de que todo lo relacionado con los chips solo era mejor si era más pequeño. Como resultado, no se invirtió lo suficiente en estos tipos de chips menos “atractivos”, lo que llevó a toda la industria a la fase de escasez crítica en la que se encuentra. La inversión de GlobalFoundries es claramente un paso en la dirección correcta para empezar a abordar el problema de la escasez de nodos de vanguardia. El hecho de que la empresa también se refiriera a tipos de inversiones similares que tiene previsto realizar tanto en EE.UU. como en Europa pone de manifiesto el mayor énfasis que están recibiendo este tipo de componentes.

Por desgracia, la noticia de GF también pone de manifiesto lo costosos y lentos que son los cambios en la industria de los chips. Aunque muchos grandes fabricantes, sobre todo de automóviles, están pidiendo a gritos tantos chips como puedan conseguir tan pronto como sea posible, la verdad aleccionadora es que no hay una respuesta fácil a este problema y que pasarán varios años antes de que pueda resolverse.

Como saben los observadores de la industria de los chips desde hace mucho tiempo, el negocio de los semiconductores siempre ha sido muy cíclico, con muchas fases diferentes de escasez y superávit debido al tiempo que se necesita para llenar el vacío. Con algunas previsiones que esperan que los envíos de semiconductores y los ingresos se dupliquen con creces a lo largo de esta década, esta vez las cosas pueden ser diferentes, y los posibles problemas de exceso de oferta parecen estar muy lejos.

Otro factor es que el entorno que rodea a la industria de los chips es muy diferente ahora que antes de la pandemia. Por un lado, la concentración de instalaciones de fabricación de chips en muy pocas regiones del mundo se ha convertido en un enorme problema geopolítico. De hecho, los grandes gobiernos de todo el mundo claman ahora por poner en marcha políticas que fomenten la producción local de chips.

En Estados Unidos, el Senado ha aprobado recientemente la ley CHIPs for America, que destina 52.000 millones de dólares a incentivar la fabricación y la I+D en Estados Unidos, mientras que la ley bipartidista Facilitating American-Built Semiconductors (FABS) se espera que proporcione una ayuda adicional. Los líderes gubernamentales reconocen la importancia de contar con un conjunto de proveedores de semiconductores geográficamente diverso, e incluso los propios fabricantes de chips están empezando a hacer más esfuerzos para ampliar su alcance global, algo que GlobalFoundries lleva haciendo desde hace más de 10 años.

El hecho de que el anuncio de GF se haya realizado junto con el Consejo de Desarrollo Económico de Singapur es una clara manifestación de estos principios, ya que muchos acuerdos futuros de fabricación de chips también reflejarán probablemente estas asociaciones público-privadas. Los aproximadamente 1.000 puestos de trabajo altamente cualificados que se espera que se creen como parte de la expansión de la fábrica es otra razón por la que el gobierno está tan interesado.

La pandemia ha puesto de manifiesto nuestra dependencia social de los dispositivos y servicios digitales basados en chips. En consecuencia, proporcionar el entorno político adecuado y los incentivos financieros apropiados para garantizar un suministro constante, seguro y diverso de los chips críticos que los impulsan será, sin duda, una prioridad clave tanto para las empresas como para los gobiernos durante algún tiempo. Como empresa con sede en EE.UU., es estupendo ver cómo GlobalFoundries ayuda a marcar la pauta de cómo empezarán a hacerse este tipo de cuestiones y acuerdos sobre semiconductores a nivel mundial.


Rubén Castro

Redactor

Apasionado de explorar y diseccionar lo último en tecnología. Tengo mucha experiencia en el mundo de los ordenadores y el gaming, aunque también me gustan todos los tipos de gadgets.

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