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Ver mejores ofertasLas gafas de realidad aumentada (AR) que se basan en la plataforma Hololens y que están siendo suministradas por Microsoft al Ejército de Estados Unidos como parte de un contrato que podría estar valorado en hasta 22.000 millones de dólares han recibido nuevas críticas después de que un usuario argumentara que podrían poner en peligro a los soldados.
En 2018, Microsoft se adjudicó un acuerdo por 480 millones de dólares para equipar al Ejército de Estados Unidos con auriculares del Sistema de Aumento Visual Integrado (IVAS). Esto marcó el comienzo de una empresa polémica tanto para Microsoft como para el Ejército de los Estados Unidos.
En marzo de 2021, Microsoft llevó a cabo una expansión comercial que permitió a la empresa comenzar a suministrar versiones de producción terminadas, piezas y soporte como parte de un acuerdo de 10 años con un valor potencial de 21.900 millones de dólares. El Ejército hizo un pedido de 5.000 unidades con un gasto de 373 millones de dólares, y está previsto que se entreguen 121.000.
Tras retrasarse un año, los primeros auriculares llegaron finalmente en el último mes del año fiscal 2021. Parece que tienen importantes preocupaciones.
Según un informe del Ejército, un probador expresó a Insider su preocupación por la posibilidad de que la luz activa de los auriculares pudiera alertar a las fuerzas hostiles sobre la ubicación de un soldado. La pantalla puede verse brillar desde una distancia de varios cientos de metros.
Durante una reciente “demostración operativa”, según un informante de Microsoft, el casco falló en cuatro de las seis pruebas de evaluación.
Además, los cascos limitan la capacidad de los usuarios para ver hacia los lados. Son pesados y engorrosos de llevar.
Las consultas sobre los IVAS son dirigidas al Ejército por Microsoft. El ejército ha comunicado que seguirá apoyando el programa y que la prueba operativa fue un éxito. No obstante, llamó la atención sobre el hecho de que los resultados han indicado áreas en las que el IVAS no ha cumplido las expectativas y requiere considerables ajustes.
El análisis revela otro obstáculo para la iniciativa IVAS. Los empleados de Microsoft escribieron una carta abierta en la que expresaban su objeción a la compra original, lo que obligó al director general de la empresa, Satya Nadella, a responder. En abril, una organización de control dentro del Departamento de Defensa emitió una advertencia de que el gasto masivo del Ejército en gafas podría suponer un despilfarro de fondos públicos debido a que muchos soldados no apreciaban el uso de IVAS.
Desde el principio, Microsoft se anticipó a la reacción de Google. El Ejército hace la analogía de las gafas de visión nocturna de los años 70, que fueron ridiculizadas en su momento pero que ahora se utilizan a diario.