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Ver mejores ofertasSe prevé que las últimas restricciones impuestas por Estados Unidos a la industria china de semiconductores no afecten a tantos estadounidenses que ahora trabajan en China como se temía. Los estadounidenses de origen chino han sido coaccionados para que renuncien a su ciudadanía en Estados Unidos o sean despedidos de sus trabajos.
En octubre, el gobierno de Estados Unidos puso una restricción a los envíos de productos electrónicos y otros productos que China podría utilizar en la producción de herramientas para la fabricación de chips. Las empresas extranjeras no pueden prestar servicio a los consumidores chinos utilizando equipos estadounidenses si no tienen una licencia expedida por Estados Unidos.
Antes de patrocinar fábricas chinas, los estadounidenses deben obtener una autorización del Departamento de Comercio.
Como reacción a las sanciones, Yangtze Memory Technologies Corp. pidió que todos los ciudadanos estadounidenses y los titulares de tarjetas de residencia abandonaran inmediatamente las instalaciones. Según los informes, los fabricantes de chips chinos están llevando a cabo la misma práctica.
Al parecer, la Oficina de Negocios y Seguridad del Departamento de Comercio de Estados Unidos publicó la semana pasada un documento en Internet en el que se declara que los residentes estadounidenses pueden acceder a las oportunidades de empleo en la industria china de los semiconductores, según informa The Register.
Las licencias son necesarias para los ciudadanos de Estados Unidos que quieran autorizar o transferir equipos de semiconductores avanzados para operaciones de fabricación de chips. Los técnicos que trabajan en las fábricas chinas también están obligados a tener licencias. La excepción se aplica al personal administrativo y de oficina en los Estados Unidos.
Según el Reglamento, los ciudadanos de Estados Unidos son todos aquellos que estén en posesión de un pasaporte o visado estadounidense.
TSMC advirtió que el sector de los semiconductores se enfrentará a “graves problemas” como consecuencia de las sanciones impuestas por Estados Unidos a China. Estados Unidos ha concedido a las empresas taiwanesas un permiso de un año para encargar equipos de fabricación de chips estadounidenses que se desarrollen en China.
Las restricciones están siendo efectivas. La producción china de circuitos integrados alcanzó un mínimo histórico en el mes de agosto.