Científicos afirman que las baterías gravitatorias de las minas abandonadas podrían suministrar energía a todo el planeta

Rubén Castro, 8 febrero 2023

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Las baterías gravitatorias son un candidato potencial para almacenar el exceso de energía renovable, pero encontrar lugares donde instalarlas es todo un reto. Los investigadores han propuesto que las minas abandonadas de todo el planeta podrían ser una solución rentable que, además, podría proporcionar puestos de trabajo.

Un estudio del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) propone reutilizar las minas abandonadas para instalar baterías gravitatorias. La reconversión de las viejas minas podría proporcionar energía suficiente para igualar el consumo diario de electricidad de todo el planeta.


Las baterías gravitatorias intentan resolver uno de los principales problemas de las energías renovables, como la eólica y la solar: almacenar el exceso de energía. La eólica y la solar suelen generar más energía de la que una red puede utilizar inmediatamente, por lo que las compañías eléctricas tienen que almacenar la que sobra, normalmente en baterías.

Métodos como el experimento del IIASA utilizan esa energía sobrante para levantar objetos pesados. Cuando se vuelve a necesitar la energía, se deja caer el peso, lo que hace girar una turbina y convierte la energía cinética de la gravedad.

En teoría, las baterías gravitatorias pueden ser cualquier cosa con mucho peso, como agua u objetos sólidos. En el estudio del IIASA se bajaba y subía arena en pozos mineros abandonados, moviéndola de un lado a otro entre cámaras superiores e inferiores en función de las necesidades energéticas.

Otra ventaja del proceso es que mientras las baterías tienden a autodescargarse con el tiempo, perdiendo gradualmente la energía almacenada, el método gravitatorio almacena la energía en la arena (o cualquier otra cosa que se levante para aprovechar la gravedad), que no se autodescarga.

La IIASA propone utilizar minas abandonadas porque es probable que ya existan millones de ellas en todo el planeta que podrían reconvertirse de forma relativamente barata para este fin. La mayoría cuentan con la infraestructura básica y están conectadas a la red eléctrica.

Los investigadores creen que, tras un coste de inversión de aproximadamente 1-10 dólares por kilovatio-hora y un coste de 2.000 dólares por kilovatio de capacidad energética, su método podría tener un potencial mundial de 7-70 teravatios-hora. Según la Asociación Internacional de la Energía, el consumo mundial de energía en 2020 -el último año registrado- ascendió a 24.901,4 teravatios-hora, lo que equivale a unos 68 teravatios-hora al día.

Además, el funcionamiento de las baterías de gravedad en minas abandonadas podría restablecer o conservar algunos de los puestos de trabajo perdidos con el cierre de esas minas.

Fuentes

  1. iiasa.ac.at

Rubén Castro

Redactor

Apasionado de explorar y diseccionar lo último en tecnología. Tengo mucha experiencia en el mundo de los ordenadores y el gaming, aunque también me gustan todos los tipos de gadgets.

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