Según los documentos presentados en el caso, Meta proporcionó a la policía de Nebraska información de los usuarios que condujo a la condena de una joven de 17 años por delitos relacionados con el aborto. La empresa tuvo la oportunidad de impugnar la orden judicial, pero en su lugar entregó los mensajes privados de la adolescente a las autoridades, que ahora la acusan de tres delitos distintos relacionados con el uso de una píldora abortiva por correo y el posterior entierro del feto abortado.
Un detective de Nebraska estaba investigando “la preocupación de que una joven hubiera dado a luz prematuramente a un bebé muerto”, según consta en los documentos judiciales publicados por Motherboard.
La autopsia (que se realizó después de que el cuerpo fuera exhumado por lo que parecía no tener causa) reveló que el feto nunca había tenido aire en sus pulmones. Como estaba dentro de una bolsa de plástico, pidió a Meta todas sus interacciones en Facebook, fotografías y cualquier otra información “que demostrara si el bebé había nacido muerto o si se había asfixiado”.
Esta información nos fue entregada, y nuestras comunicaciones muestran que la chica ha estado hablando de fármacos inductores del aborto. La policía registró el domicilio de la familia y los agentes se apoderaron de siete ordenadores y seis teléfonos inteligentes, que en conjunto tenían 24 gigabytes de datos, incluido el historial de Internet y los correos electrónicos. La investigación se va a centrar en encontrar pruebas de que la adolescente hizo un pedido de medicamentos abortivos.
La joven de 17 años está siendo juzgada como adulta por los cargos de abortar más allá de la semana 20 de embarazo, abortar sin licencia, ocultar un cadáver y hacer una denuncia falsa.
Un feto abortado había sido eliminado indebidamente, pero antes de los mensajes publicados en Facebook, no había más pruebas de un acto criminal. La teoría de la asfixia esgrimida por el investigador no cuadraba con los resultados de la autopsia, que validaba el relato de la chica sobre lo ocurrido. La investigación de un aborto espontáneo y la eliminación precipitada de los restos parece ser dura y poco común.
Oficialmente, la solicitud de información se refería a “Actos prohibidos con restos óseos”, pero en realidad se trataba de una cortina de humo para una investigación penal en la que no se presentaron pruebas. Uno no puede evitar preguntarse si la policía de Norfolk se preocupa siquiera de los otros enterramientos ilegales.
Facebook y Meta se han resistido a los requerimientos judiciales de proporcionar datos de los usuarios. Si una solicitud de datos del usuario no cumple con la ley aplicable o con las políticas de Facebook, la plataforma de medios sociales tiene una política que establece que impugnará la solicitud o ajustará la información que proporciona en respuesta a la solicitud. (Así que muchas solicitudes producen “algunos datos”).
Se desconoce si las autoridades encargadas de las solicitudes de datos en Facebook eran conscientes de ello. He cuestionado a la empresa sobre su decisión de entregar los datos, así como sobre sus intenciones en otros escenarios en los que sus datos puedan incriminar a alguien en lugares en los que el aborto es ilegal. Si responden, revisaré esta sección en consecuencia.
Meta ha hecho pública una declaración al respecto. La declaración dice lo siguiente: “Nada en las órdenes legítimas que adquirimos de las fuerzas del orden locales a principios de junio, antes del veredicto del Tribunal Supremo, indicaba el aborto. Las órdenes se referían a cargos penales, y los documentos judiciales muestran que la investigación no se refería a una decisión de abortar, sino a una investigación sobre un bebé nacido muerto que había sido quemado y enterrado. Me he puesto en contacto con las autoridades para obtener más información. Una chica de 17 años que escondió un bebé nacido muerto en un apuro exige un examen más profundo que el de darle acceso a sus datos.
En el pasado, las solicitudes de datos como ésta han dado lugar a juicios por aborto. Sin embargo, la mayoría de las empresas de informática han evitado adoptar una postura firme y están dispuestas a cumplir con las demandas de datos. Esto contrasta con las acciones emprendidas por algunas empresas de TI para preservar la privacidad de quienes buscan la terapia. Facebook optó por la segunda opción.