Una de las novedades más importantes en el mundo de los teléfonos móviles durante los últimos años son las pantallas con frecuencias de refresco más rápidas. Los smartphones tradicionales tienen pantallas que van a 60 Hz, esto significa que cada segundo la imagen de la pantalla se refresca 60 veces.
Muchos de los nuevos modelos tienen pantallas que funcionan a 90 Hz (OnePlus 7T, Realme X50 Pro 5G, Google Pixel 4 XL…) e, incluso, algunos van a 120 Hz (Samsung Galaxy S20 5G, Teléfono Asus ROG 2…).
¿Deberías tener en cuenta esta nueva tendencia tecnológica a la hora de comprar un nuevo teléfono? Depende… En principio, cuanto mayor velocidad de refresco, más suaves y fluidas son las animaciones de la pantalla, sin embargo, la mejora puede no ser tan importante como la diferencia de precio o la disminución de la autonomía.
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¿Qué es la tasa de refresco?
Las pantallas muestran una sucesión muy rápida de imágenes o fotografías. Y la velocidad a la que los paneles de las pantallas actualizan su contenido sucede a intervalos regulares, es lo que se conoce como frecuencia de actualización o tasa de refresco.
- La frecuencia de actualización mide la rapidez con la que se actualiza la pantalla del teléfono.
- Se mide en hercios (Hz) que son el número de veces que se actualiza la pantalla cada segundo que está encendida.
Una pantalla de 60 Hz se actualiza 60 veces por segundo, una de 90 Hz lo hace 90 veces por segundo y una de 120 Hz actualiza todos sus píxeles 120 veces por segundo. Por lo tanto, una pantalla de 120 Hz es el doble de rápida que un panel de 60 Hz y cuatro veces más rápida que un viejo televisor de 30 Hz, esto produce movimientos y transiciones más suaves.
Los tiempos de actualización más rápidos también significan una menor latencia, porque los píxeles se refrescan más a menudo. Por ejemplo, se tarda 16,6 ms en refrescar completamente una pantalla de 60 Hz, 11,1 ms para 90 Hz y solo 8,3 ms para una velocidad de 120 Hz.
Sin embargo, las pantallas de los smartphones no se actualizan de una sola vez. En su lugar, se van actualizando por filas de píxeles horizontales hasta que toda la pantalla se actualiza.
Esto se puede observar al filmar la pantalla a cámara lenta y es esta la razón por la que las pantallas parpadean o vibran si las ves a través del visor de la cámara del smartphone.
En otras palabras, la pantalla se actualiza y refresca constantemente, pero el ciclo de actualización completa tarda en completarse.
Otro punto importante es la velocidad de muestreo de la respuesta táctil. También se mide en Hz y mide cuántas veces por segundo la pantalla táctil lee los datos de las pulsaciones del dedo de los usuarios. Una mayor tasa de muestreo táctil significa menos demora entre la entrada (toque o deslizamiento) y la acción, lo cual es especialmente importante en juegos, scroll o dibujo.
¿Debería buscar un teléfono con una frecuencia de refresco alta?
Como ya hemos visto, las pantallas con mayor frecuencia de actualización hacen que el contenido en movimiento se vea y se sienta más suave y rápido. Sin embargo, la diferencia es relativamente pequeña y la mayoría de usuarios no notan la diferencia con un uso normal.
Por ejemplo, los vídeos de YouTube o de Netflix suelen estar a 24 o 30 Hz, por lo que se ven exactamente igual en una pantalla de 60 Hz que en una de 120 Hz.
Sin embargo, las aplicaciones y el contenido con mucho movimiento se ven más suaves con una mayor frecuencia de actualización. Por ejemplo, las velocidades de refresco más altas y los tiempos de respuesta más rápidos de las pantallas pueden tener un impacto notable porque la latencia visual es más baja y el juego parece más fluido. Los jugadores de PC suelen apostar por pantallas de 144 Hz e incluso mayores. Ahora los jugadores de móviles también pueden beneficiarse, aunque en una pantalla mucho más pequeña. Sin embargo, los juegos de alta velocidad de fotogramas también requieren un procesador robusto y de gran consumo de energía. Esto garantiza que la velocidad de fotogramas de los gráficos se mantenga al mismo ritmo que la alta velocidad de actualización de la pantalla.
Y aquí llega la mayor desventaja de las pantallas de 90 Hz y superiores… Y es que reducen sustancialmente la vida de la batería.
Por ejemplo, el OnePlus 7 Pro, dura 3 horas menos navegando en Internet cuando usamos el modo de 90 Hz si lo comparamos con el modo estándar de 60 Hz. Otro ejemplo es el Google Pixel 4 que tiene una batería bastante justa, y si usamos el modo de 90 Hz es complicado llegar a final del día con carga
Conclusiones
La frecuencia de actualización es una pequeña parte de las especificaciones de la pantalla de un smartphone. Y para los usuarios normales no es una característica lo suficientemente importante como para basar toda la decisión de compra en ella. Otros aspectos como la gama de colores, el contraste, la temperatura del blanco y la resolución tienen un impacto igualmente grande en la calidad de la pantalla del teléfono.