Aunque puede resultar tentador recargar el teléfono en una de esas estaciones de carga gratuitas que se encuentran en aeropuertos o centros comerciales, el FBI desaconseja hacerlo.
En un reciente anuncio de servicio público, la agencia señala que los malos actores han descubierto cómo utilizar los puertos USB públicos para cargar malware y otros tipos de software de vigilancia en los dispositivos móviles conectados. Puede ser más engorroso, pero el FBI recomienda llevar un cargador o una batería (powerbank) y un cable USB propios y utilizar una toma de corriente normal si se necesita recargar.
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En 2021, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) emitió una advertencia similar sobre los peligros de utilizar estaciones de carga públicas. Los puertos USB sucios pueden cargar software que puede bloquear un dispositivo o robar contraseñas y otra información confidencial mientras se ejecuta en segundo plano. En algunos casos, un pirata informático puede incluso dejar un cable comprometido enchufado a una estación de carga con la esperanza de que lo utilice una víctima desprevenida.
En realidad, este tipo de ataque es poco probable, pero es posible. Los teléfonos inteligentes son susceptibles de sufrir todo tipo de ataques inalámbricos y conectados, muchos de los cuales el público en general probablemente ni siquiera haya considerado. Todo se reduce a riesgo frente a recompensa, comodidad frente a privacidad.