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Ver mejores ofertasLa empresa de investigación tecnológica Canalys informa de que cuando Microsoft ponga fin a Windows 10 en 2025, podría enviar hasta 240 millones de PC a los vertederos y el motivo son que las restricciones de hardware de Windows 11 dejarán obsoletos todos estos ordenadores.
“La decisión de Microsoft agravará el problema de los residuos electrónicos en la industria y pone de relieve el papel de los proveedores de sistemas operativos en la creación de modelos circulares de TI”, señala Canalys. “Windows 11 de Microsoft ayudará a sostener un mercado de PC en dificultades mientras los clientes se preparan para otro ciclo de actualización - pero la terminación del soporte de Windows 10 podría impedir que cientos de millones de dispositivos tengan una segunda vida, dejando a muchos susceptibles de terminar en el vertedero.”
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Sin embargo, muchos de estos 240 millones de ordenadores seguirán funcionando tras 2025. Microsoft ya ha anunciado que ofrecerá actualizaciones de seguridad ampliadas para Windows 10 hasta 2028. Por supuesto, continuar con la cobertura EOL no es ni gratis ni barato. Solo una fracción de los clientes con PC obsoletos, principalmente empresas, pagarán por ella. Microsoft también se beneficiará de la renovada demanda de Windows 11 que conlleva la desaparición de Win10.
También hay que tener en cuenta Linux y la reutilización. Un número pequeño de máquinas con Windows 10 verán una nueva vida como ordenadores y servidores Linux. Otros seguirán ejecutando Win10 para funciones como pruebas e investigación. Las redes aisladas reducen la necesidad de nuevas actualizaciones de seguridad y permiten que Windows 10 siga siendo viable indefinidamente.
El resto, muchos equipos, quizá incluso la mayoría, reciclarán sus residuos electrónicos. “Convertir los ordenadores al final de su vida útil en los imanes que alimentan tecnologías sostenibles como los vehículos eléctricos y los aerogeneradores ayudará a satisfacer la creciente demanda mundial de electricidad”. Los recicladores también pueden recuperar metales como el litio, el cobalto, el níquel y el cobre de las baterías de los ordenadores desechados para fabricar más baterías para nuevos aparatos electrónicos. Otros materiales, como el aluminio y los plásticos, pueden reciclarse para su uso en otros productos.