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Huawei se prepara para un cambio radical en su estrategia de ordenadores portátiles, desarrollando su primer portátil con inteligencia artificial construido completamente con componentes propios.
Este movimiento estratégico llega en un momento crítico para la compañía china, que a partir de abril ya no podrá vender ordenadores con Windows tras el vencimiento de su licencia con Microsoft.
El primer portátil con IA desarrollado íntegramente por Huawei
El gigante tecnológica está a punto de presentar un ordenador portátil revolucionario que marca un antes y un después en su estrategia empresarial. Según las filtraciones recientes, Huawei lanzará en abril de 2025 su primer modelo con inteligencia artificial construido completamente en sus propias cadenas de producción. Este lanzamiento representa un hito importante en la historia de la compañía, ya que supone una independencia tecnológica de los fabricantes estadounidenses.
El nuevo portátil, que formará parte de la gama denominada “Qingyun”, estará equipado con un procesador CPU Kunpeng-920 basado en la arquitectura ARMv8. Este procesador, originalmente diseñado para servidores con configuraciones de hasta 64 núcleos, ha sido adaptado por Huawei para su uso en portátiles con versiones optimizadas de 4, 8 y 16 núcleos. La decisión de utilizar sus propios chips responde directamente a las restricciones impuestas por Estados Unidos, que han limitado el acceso de Huawei a componentes tecnológicos de última generación.
Otro aspecto clave de este nuevo modelo será la integración completa de HarmonyOS en su versión para PC, así como la implementación de DeepSeek, la inteligencia artificial desarrollada en China que ha ganado reconocimiento en los últimos meses. Esta combinación de hardware y software propios posiciona a Huawei como un competidor serio en el mercado de portátiles con IA, aunque todavía queda por ver cómo será su rendimiento en comparación con los modelos de la competencia.
La independencia de Windows: una necesidad convertida en oportunidad
A partir de abril, Huawei ya no podrá vender ordenadores con Windows, ya que la licencia de suministro de Microsoft que permite a la compañía producir y comercializar equipos con este sistema operativo vencerá. Esta situación ha forzado a Huawei a buscar alternativas, acelerando sus planes para desarrollar su propio ecosistema.
Según varios reportes, si la empresa no obtiene una prórroga por parte de Microsoft, deberá recurrir a un nuevo sistema operativo que no provenga de empresas estadounidenses. Las opciones principales para Huawei son su propio HarmonyOS para PC o versiones de Linux de código abierto. De hecho, la compañía ya ha adelantado que lanzará la MateBook D16 Linux Edition, su primera laptop con Linux, que mantendrá el mismo hardware que la versión actual con Windows.
Esta transición no es improvisada. Desde mediados de 2024, Huawei había anticipado que trabajaba en variantes de sus equipos con otros sistemas operativos, preparándose para este escenario. Yu Chengdong (Richard Yu), director ejecutivo y presidente de la unidad de negocio de consumo de Huawei, ha explicado que esta situación se debe a la inclusión de la empresa en la Lista de Entidades del Departamento de Comercio de Estados Unidos, lo que requiere que las compañías estadounidenses obtengan una licencia de exportación para operar con Huawei.
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La estrategia de procesadores propios: siguiendo los pasos de Apple
Huawei está siguiendo una estrategia similar a la que Apple implementó en 2020 cuando comenzó a reemplazar los procesadores Intel por sus propios chips. Este cambio de rumbo no solo responde a las restricciones estadounidenses, sino que también persigue una mayor integración vertical y control sobre su ecosistema tecnológico.
Inicialmente, Huawei había planeado lanzar sus primeras CPU Kirin para PC en 2024, pero según los últimos rumores, ha retrasado este lanzamiento a principios de 2025, esperándose un anuncio oficial para el primer trimestre. Estos procesadores estarán fabricados por la fundición china SMIC, presumiblemente utilizando tecnología de 7 nanómetros, mientras que los procesos de 5 nm se reservarían para los SoC de dispositivos móviles.
La idea de Huawei es unificar la arquitectura con sus chips Kirin, siguiendo el modelo de Apple. Esto facilitaría la integración entre sus diferentes dispositivos y permitiría un mejor aprovechamiento de su ecosistema de software, especialmente con HarmonyOS Next que supone el adiós definitivo a Android. En el ámbito de los PC, Huawei tendría que depender inicialmente de Windows, pero la estrategia a largo plazo apunta claramente hacia una versión de HarmonyOS adaptada para ordenadores que unifique todas las aplicaciones.
HarmonyOS PC: un sistema operativo con potencial para ejecutar aplicaciones Windows
Uno de los mayores desafíos para cualquier nuevo sistema operativo es la disponibilidad de aplicaciones. Huawei parece estar abordando este problema de manera pragmática. Según filtraciones recientes, HarmonyOS PC podría permitir que algunas aplicaciones de Windows se ejecuten en su plataforma, lo que facilitaría enormemente la transición para los usuarios.
Este enfoque es similar al que Huawei siguió con los smartphones: comenzar con un sistema ligeramente modificado de Android para ir allanando el camino hacia un ecosistema 100% propio. HarmonyOS era inicialmente dependiente de Android, pero HarmonyOS Next eliminó esa unión, obligando a Huawei a convencer a los desarrolladores de aplicaciones para que adaptaran sus productos.
En los ordenadores, Huawei parece seguir el mismo camino. La empresa está desarrollando una plataforma que verá la luz en la primavera de 2025, coincidiendo con el lanzamiento de su portátil con IA. Este movimiento representa otro paso hacia la independencia tecnológica total de empresas estadounidenses.
Si Huawei logra ofrecer un rendimiento competitivo con sus nuevos productos, podría convertirse en un rival serio para los gigantes tecnológicos occidentales, cambiando el equilibrio de poder en la industria tecnológica global. Lo que comenzó como una respuesta a restricciones comerciales podría terminar siendo un catalizador para un nuevo ecosistema tecnológico completamente independiente de las empresas estadounidenses.
El futuro de Huawei más allá de los portátiles
Huawei ha cambiado significativamente desde sus inicios como una empresa de redes. A pesar del veto estadounidense que le impide utilizar servicios de Google, la compañía continúa fabricando y comercializando smartphones y otros productos como relojes inteligentes o auriculares. Sin embargo, su negocio se ha diversificado considerablemente.
La expansión de Huawei en 2024 ha sido meteórica, con la vuelta de sus smartphones 5G que demuestran su capacidad para superar las restricciones comerciales estadounidenses. Ahora, la empresa posee lo necesario para satisfacer al mercado local y está explorando nuevas áreas de crecimiento.
Uno de los campos más prometedores para Huawei es la movilidad eléctrica. Aunque no tiene intención de fabricar sus propios vehículos, al menos por el momento, la compañía se centra en aportar soluciones tanto de hardware como de software a fabricantes de coches eléctricos. Esta diversificación es posible gracias a su extensa experiencia en diferentes negocios y representa una respuesta estratégica a las limitaciones que enfrenta en otros sectores.
Conclusión: renacimiento tecnológico bajo presión
El caso de Huawei demuestra cómo las presiones geopolíticas pueden acelerar la innovación y la independencia tecnológica. A pesar de las duras restricciones impuestas por Estados Unidos, Huawei ha sobrevivido y está más fuerte que nunca en su mercado local. La compañía ha convertido una crisis en oportunidad, desarrollando sus propios chips, sistemas operativos y soluciones de IA.
El lanzamiento del portátil con IA completamente desarrollado por Huawei en abril de 2025 marcará un punto de inflexión no solo para la empresa, sino para toda la industria tecnológica china, que busca liderar el desarrollo tecnológico del futuro con independencia en la manufacturación de chips y énfasis en la IA.