Tras la actualización 23H2 muchos usuarios han empezado a notar stuttering y caídas drásticas de FPS en algunos juegos como Valorant, CS2 y Grand Theft Auto 5. Otros usuarios comprobaron que una instalación limpia de la versón 23H2 es entre un 5 y un 8 por ciento más lenta que la 22H2 en casi todos los benchmarks. Además, los juegos también experimentan tartamudeos aleatorios y otros problemas relacionados con el rendimiento.
Microsoft ha sugerido una solución que podría resolver los problemas sin tener que desinstalar la actualización:
- Rrestablecer Windows Defender a través de un par de comandos de PowerShell (1- “Set-ExecutionPolicy Unrestricted” y 2- “Get-AppxPackage Microsoft.SecHealthUI -AllUsers | Reset-AppxPackage”)
- Reiniciar y habilitar la virtualización de la CPU en la BIOS (SVM)
- A continuación, en Windows 23H2 abrir la seguridad de Windows y habilitar la integridad de la memoria en la configuración de aislamiento del núcleo
- Reiniciar y el Hipervisor debería estar funcionando, la Seguridad de Virtualización estará Habilitada y eso soluciona los problemas de rendimiento de la CPU.
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