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Ver mejores ofertasTSMC se convirtió en el mayor fabricante de semiconductores del mundo por ingresos por primera vez en 2023. El proveedor de chips generó 69.300 millones de dólares en ingresos el año pasado, superando los 54.230 millones de Intel y los 50.990 millones de las divisiones de semiconductores de Samsung.
TSMC supera a Samsung e Intel por primera vez en su historia
Sus ganancias reflejan un cambio significativo en la industria, anteriormente dominada por Intel, que ocupó el primer puesto en ingresos durante décadas remontándose a 1992, aparte de 2017, cuando Samsung se hizo brevemente con el título. El ascenso de la empresa ha sido constante, impulsado por su posición como principal fabricante de chips que atiende a clientes como Apple, AMD, Nvidia y Qualcomm.
Aunque TSMC no vende procesadores de marca propia, sus servicios de fabricación se han hecho indispensables para producir chips avanzados. Como la necesidad mundial de productos electrónicos se disparó durante la pandemia, TSMC aprovechó la demanda cobrando un sobreprecio por sus capacidades de producción de vanguardia. El fabricante domina a su competencia en tecnologías de proceso, lo que se traduce en un mayor poder de negociación.
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Por detrás de TSMC en ingresos se sitúa Nvidia, que podría eclipsar las cifras de Samsung e Intel para 2023 cuando presente sus resultados el 21 de febrero. Basándose en las previsiones para el cuarto trimestre, los analistas esperan que Nvidia registre unos 58.800 millones de dólares en el año natural, suficiente para hacerse con el primer puesto en ingresos por semiconductores “estándar”, pero aún por debajo del nuevo récord del sector de TSMC.
TSMC también anunció que abrirá una segunda planta de fabricación de chips en Japón en colaboración con Sony y Toyota. La nueva fábrica entrará en funcionamiento a finales de 2027 como parte de la empresa conjunta Japan Advanced Semiconductor Manufacturing, en la que TSMC tiene una participación mayoritaria. La inversión total de la empresa en Japón superará los 20.000 millones de dólares, incluida una planta ya existente que comenzará a funcionar este año.
La expansión pone de relieve los esfuerzos concertados del gobierno japonés para reconstruir la capacidad nacional de fabricación de semiconductores. Aunque no producirán chips lógicos de última generación, las fábricas de TSMC se centrarán en aplicaciones de automoción, industriales y de computación de alto rendimiento.