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Ver mejores ofertasTras las recientes sanciones impuestas a Rusia, su gobierno está desarrollando un plan bastante ambicioso para independizarse de la tecnología occidental. Implica una inversión masiva en el desarrollo y la fabricación de chips a nivel nacional y la formación de personal en este campo.
Tras la invasión de Ucrania, Rusia se vio afectada por una cantidad de sanciones internacionales sin precedentes. Si bien esto ha paralizado indudablemente la economía rusa, también ha cortado su acceso a un recurso esencial en esta época, los semiconductores.
Empresas como Intel, AMD e IBM han dejado de vender sus productos en Rusia, dejando al país sin poder abastecerse de chips occidentales. Aunque podrían diseñar el silicio ellos mismos, fabricarlos no sería posible, ya que fundiciones como TSMC y GlobalFoundries también han detenido las ventas a Rusia y a terceras partes que le suministran.
El gobierno ruso ha ideado un plan preliminar para atajar el problema. Se trata de invertir unos 3,19 billones (europeos) de rublos (38.300 millones de dólares) en el desarrollo de la industria microelectrónica local. Este dinero se destinará a cuatro áreas principales: desarrollo de tecnologías locales de fabricación de semiconductores, desarrollo de chips nacionales, comercialización de dichos chips y formación del talento local.
Se invertirán aproximadamente 420.000 millones de rublos (5.000 millones de dólares) en el desarrollo de nuevos nodos de fabricación y en el aumento de la producción. Rusia pretende aumentar la producción local de chips utilizando un nodo de 90 nm para finales de año. Para 2030, pretenden fabricar chips utilizando una tecnología de proceso de 28 nm, algo que TSMC hizo en 2011.
Rusia también tiene previsto poner en marcha este año un programa que se centrará en la ingeniería inversa de productos electrónicos occidentales para acabar fabricándolos dentro de las fronteras rusas o en China. El plan finalizado se enviará para su aprobación oficial por el primer ministro el 22 de abril.