La Razer Kiyo es una de las mejores webcams que puede comprar cualquier streamer. Cuenta con una calidad de imagen muy buena, un autoenfoque preciso y un sistema de iluminación excelente para su precio y tamaño.
Por una fracción del precio de unos focos, obtendrás el 80% de los resultados. Creo que a día de hoy no hay ninguna webcam que acerque de esta manera a la iluminación de un estudio a por un precio razonable.
Razer Kiyo
Me gusta
- Calidad de imagen
- Enfoque automático
- Sistema de iluminación
No me gusta
- El cable es un poco corto
- No tiene tapa física que proteja nuestra privacidad
Para leer más tarde...
Diseño
- Anillo de luz ajustable
- Relativamente grande
La Razer Kiyo no es una webcam normal. Es grande, redonda y tiene un anillo de luz bastante brillante.
La iluminación es lo que separa la Kiyo del resto de webcams del mercado. T es lo que la convierte en una de las mejores webcams para streamers. Por supuesto, no da el mismo resultado que unos anillos de iluminación dedicados o de los focos que usan los streamers más famosos, pero se le acerca mucho por una fracción del precio.
El diseño está muy trabajado. Cada detalle parece que ha sido pensado meticulosamente. Plegada, la Kiyo es bastante compacta. Los dos discos inferiores son los que se utilizan para sujetar la webcam en el monitor una vez desplegados. En la parte superior se encuentran la cámara y el anillo de luz.
El sistema es bastante polivalente, porque, aunque es grande, se sujeta bien tanto en monitores de sobremesa como en portátiles. Lo malo es que, si el monitor tiene marcos muy pequeños, parte del soporte de la cámara puede bloquear un poco de pantalla. Normalmente no suele ser un problema, pero hay que tenerlo en cuenta.
La cámara está en el centro del disco superior, rodeada por el anillo de luz, compuesto por leds de color blanco. El borde del anillo puede girarse y permite ajustar la intensidad de la iluminación.
En cuanto al diseño, creo que tiene un fallo relativamente importante. El cable con el que viene la cámara no es desmontable y es demasiado corto (150 centímetros). A duras penas me alcanza para llevarlo desde los puertos frontales de la caja al monitor que tengo situado al lado. Y yo tampoco tengo el ordenador muy lejos… Se soluciona con un cable alargador de USB de 5 euros, pero creo que debería ser como mínimo medio metro más largo.
Otro pequeño detalle que no me ha gustado es que la webcam no trae ninguna protección para tapar la lente. Me gusta que las webcams traigan una tapita física corredera que bloquee la cámara al 100%. De esta manera te aseguras de que la cámara no va a grabar nada, protegiendo tu privacidad. Además, la tapita sirve para proteger la lente si la vamos a guardar o transportar.
Rendimiento y calidad de imagen
- La iluminación es muy útil
- La calidad de imagen es muy buena
La Kiyo puede grabar 1080p y 30fps, pero como es una cámara pensada para los streamers, lo mejor es usar su modo 720p y 60fps, que transmite mucha mejor fluidez. Así, todo parece mucho más natural y más nítido (sin estelas de movimiento). Además, para poner la imagen en un cuadrito pequeño o PiP (Picture in Picture), sobra con la resolución en 720p.
Una vez conectada la cámara, lo mejor es instalar el software Synapse de Razer que nos permitirá configurar un montón de parámetros de la calidad de imagen.
En la configuración rápida podemos ajustar el nivel de brillo, el contraste, la saturación y el balance de blanco. También tenemos la posibilidad de usar el enfoque automático (AF) o dejarla en enfoque manual (MF).
Si queremos tocar aún más, podemos ir a Configuración Avanzada donde encontramos los ajustes de: brillo, contraste, saturación, nitidez, balance de blanco, compensación de luz de fondo, ganancia, ajuste de la frecuencia de red (antiparpadeo), zoom, foco (enfoque), exposición, panorámica, inclinación y compensación de poca luz.
Los 81,6 grados del ángulo de visión de la cámara nos permiten encuadrar nuestro rostro y un poco del entorno. Y, si vemos que queremos centrarnos en nosotros un poco más, tan solo tenemos que darnos un poco de zoom.
La calidad de imagen es muy buena. Los colores son reales y la nitidez es sobresaliente. La resolución de 720p es suficiente para verte los pelos de la barba o de las pestañas a casi un metro.
Además, el autoenfoque es de los mejores que he visto en ninguna webcam. Podemos enseñar algo a la cámara y retirarlo, que al instante volvemos a tener la cara perfectamente enfocada. Es muy rápido, pero no es tan sensible como para estar todo el rato enfocando y distrayendo.
Pero lo que más me gusta de la calidad de imagen es que el resultado es muy natural en todos los aspectos. Los colores son fidedignos, la piel tiene una apariencia natural.
El rango dinámico es bastante amplio y no suelen quedar zonas ni quemadas ni demasiado oscuras. Por cierto, la Kiyo mantiene una calidad de imagen bastante buena con poca iluminación.
No obstante, lo mejor de la cámara es la iluminación. El anillo está compuesto por 12 leds blancos, cuya intensidad se puede regular girando el borde exterior. El giro podría ser un poco más suave porque a veces muevo un poco la webcam al girarlo, pero esto ya es por ponerme pijo. Funcionar… funciona muy bien.
La luz es capaz de mejorar la iluminación de la cara sin necesidad de comprar unos focos dedicados, por lo que ahorramos dinero y espacio, algo ideal para los que buscamos una cámara para iniciarnos en los streamings de vídeo.
Si la luz no es buena, las webcams normales dejan unas zonas de sombra muy oscura y desagradables en la cara. Y, si la iluminación general es baja, la calidad de imagen suele ser penosa. Por eso todos los streamers profesionales tienen focos.
Los leds de la Kiyo son más potentes de lo que me imaginaba: son capaces de iluminar la cara a más de un metro sin problemas. Por eso la Kiyo es una de las webcams más populares entre los streamers de Twitch.
La Kiyo cuenta con un micrófono omnidireccional integrado, aunque creo que es su punto más débil. La voz se escucha bastante anémica. Puede servir para una call y cosas así, pero no contaría con él para hacer streaming.
Tampoco es un problema, porque todos los streamers tienen micrófonos de condensador que, por muy baratos que sean (hay micrófonos decentes desde 30 euros), obtienen una calidad de sonido muy buena. Ten en cuenta que en los streamings la calidad de sonido es incluso más importante que la imagen.
Conclusiones
La Razer Kiyo tiene una calidad de imagen espectacular. Además, el enfoque automático es muy bueno. Sin embargo, lo que más destaca de la cámara es el anillo led de iluminación, que permite conseguir una calidad de imagen global excelente sin necesidad de focos extra.
Aunque en cuanto a resoluciones y cuadros por segundo está algo limitada, para streamear no necesitas más de 720p y 60fps. No creo que haya mejor cámara para iniciarse en el mundo de Twitch.
Si la quieres para grabar planos para YouTube quizás si te convenga una cámara con más resolución… o quizás puedes utilizar la cámara del móvil con la iluminación de la Kiyo, también da buen resultado.
Razer Kiyo vs Logitech C920 y C922
La C920 y la C922 son los mayores rivales de la Kiyo, pero, en mi opinión, para streaming la Kiyo es muy superior.
La C920 y la C922 tienen un poco menos de ruido en la imagen, algo que solo es apreciable a pantalla completa. También, su micrófono es mejor, pero sigue sin ser realmente útil para un streamer.En todo lo demás gana la Razer Kiyo.
Desde mi punto de vista la calidad de imagen a 720p y 60 fps de la Kiyo es mejor, tanto con buena iluminación, como con mala. La imagen tiene más contraste y los colores son más reales. Y eso es sin contar con los leds.
Cuando estamos en una habitación con una iluminación normal, al encender los leds de la Kiyo veremos que nuestra cara se ve mucho mejor. Las sombras, que tanto desfavorecen, desaparecen por completo y la cara se ve mucho más uniforme y con un color mucho más natural.