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Ver mejores ofertasDurante una reciente presentación en Brasil, Microsoft anunció que ha vendido más de 21 millones de consolas Xbox Series hasta la fecha. Aunque los de Redmond no ofrecieron un desglose de las ventas por modelos individuales, el gigante tecnológico sí destacó que el 48% de los jugadores de Xbox Series S son nuevos en la plataforma Xbox.
Los datos de Xbox Series S parecen poner de relieve la eficacia de ofrecer una opción de gama baja además de la emblemática Xbox Series X. Los recién llegados pueden entrar en el ecosistema Xbox por sólo 299 euros, 100 euros menos que el precio de salida de la PlayStation 5 más barata de Sony. Si la experiencia convence, podría animar a algunos propietarios a pasarse a la Xbox Series X de gama alta o a considerar la consola de gama alta de Microsoft cuando llegue la próxima generación.
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Microsoft ha añadido que las ventas combinadas de Xbox Series y Xbox One han superado los 79 millones de unidades. Haciendo algunos cálculos sencillos, esto indica que Microsoft vendió aproximadamente 58 millones de consolas Xbox One durante su vida útil. Microsoft lanzó su Xbox One cerca de finales de 2013 y detuvo su producción a finales de 2020.
Esta admisión es digna de mención porque Microsoft dejó de informar sobre las ventas de consolas hace algún tiempo después de perder la “guerra de consolas.” Aunque no lo reconocieron directamente hasta hace poco, esta falta de informes significaba que la gente tenía que responder en datos de investigación y otras fuentes de información para hacer conjeturas educadas sobre las ventas de Xbox.
A 31 de marzo de 2023, Sony había vendido alrededor de 38,4 millones de consolas PlayStation 5. El próximo informe de resultados de la compañía está previsto para el 4 de agosto, y será interesante ver cuántas consolas más ha vendido la compañía en los últimos tres meses.
La rara admisión de Microsoft durante la presentación en Brasil podría verse como otro intento de presentarse como un actor menor en el mercado de las consolas. De este modo, Microsoft podría tener más posibilidades de convencer a los reguladores de que su adquisición de Activision Blizzard por 69.000 millones de dólares no daría lugar a prácticas contrarias a la competencia.