¿Por qué pueden salir los ojos rojos en las fotografías con flash?

Rubén Castro, 19 agosto 2022

Es importante señalar que el término “luz” puede referirse a cualquier radiación electromagnética, no sólo a la del espectro visible. La radiación electromagnética puede clasificarse en siete tipos: gamma, rayos X, ultravioleta, visible, infrarroja, microondas y ondas de radio.

La luz visible comprende en realidad una gama muy estrecha de frecuencias que pueden ser percibidas por el ser humano. Esta luz visible (para el ser humano) tiene las mismas características de todos estos tipos de radiación electromagnética.

El ojo es una maravilla de la evolución que ha dado lugar a nuestra capacidad de percibir el mundo que nos rodea. La luz entra en el ojo a través de la córnea. Esa luz es percibida por la retina y sus imágenes son enviadas al cerebro a través del nervio óptico.

La cantidad de luz que llega a la retina está controlada por la pupila. Si es un día soleado, la pupila se contrae y sólo deja pasar una pequeña cantidad de luz. En las noches oscuras, la pupila se dilata y se hace bastante grande para permitir que entre la mayor cantidad de luz posible.

Entre la retina y la esclerótica (la parte blanca del ojo) hay una capa de tejido conectivo llamada coroides. Esta capa proporciona oxígeno y nutrientes a la parte externa de la retina. En comparación con la retina, la coroides es una zona extremadamente vascular que contiene una gran cantidad de vasos sanguíneos.

Cuando se dispara la luz del flash de una cámara, las pupilas no tienen tiempo de contraerse, por lo que una gran cantidad de luz se refleja en el Fondo de ojo (la superficie interior del ojo). Debido a la gran cantidad de sangre que hay en la coroides, la luz captada por el objetivo de la cámara aparece de color rojo. Dado que el ángulo en el que la luz entra en el ojo es el mismo ángulo en el que se reflejará hacia fuera, cuanto más cerca esté el flash del objetivo de la cámara, mayor será la probabilidad de que la luz reflejada sea vista por el objetivo. Cuanto más oscuro sea el entorno en el que se encuentra una persona y, por tanto, cuanto más amplias sean sus pupilas, mayor será la probabilidad de tener ojos rojos.

Otros factores que contribuyen al efecto de ojos rojos son la cantidad de melanina en las capas que hay detrás de la retina y la edad de la persona fotografiada. Las personas de piel clara y ojos azules suelen tener menos melanina en el fondo de ojo. Esto da lugar a un efecto de ojos rojos más pronunciado, en comparación con las personas de piel oscura con ojos marrones.

Lo mismo ocurre con otros animales. El papel que desempeña la melanina puede verse en las fotos de animales con ojos heterocromáticos (dos ojos de distinto color). Si el animal tiene un ojo azul y otro marrón, el ojo azul mostrará un pronunciado efecto de ojos rojos, mientras que el marrón no.

Los niños también tienden a tener un efecto de ojos rojos más fácilmente que sus homólogos adultos. Esto se debe a que la pupila de los niños se dilata más rápido que la de los adultos, en situaciones de poca luz.

Hay algunas cosas muy sencillas que se pueden hacer para evitar el famoso efecto de ojos rojos. Una de las técnicas consiste en contraer las pupilas justo antes de hacer la foto. Por ejemplo, las cámaras con ajustes de reducción de ojos rojos utilizan un sistema de dos flashes en el que el primer flash hace que la pupila se contraiga, y el segundo flash es cuando se hace la foto. Si simplemente enciendes más luces, las pupilas también se contraerán. Otra técnica consiste en alejar el flash del objetivo. Esto aumentará el ángulo con el que la luz entra en el ojo y, por tanto, disminuirá la posibilidad de que se refleje en el objetivo de la cámara.

Los perros y otros animales pueden no tener los ojos rojos, sino otros colores (en los perros es de color verde) o también un brillo. Eso se debe a que algunas especies animales tienen un tapetum lucidum, que está situado delante de la coroides y refleja la luz en la retina, aumentando así la sensibilidad a la luz.

Esta capa de tejido actúa como un retrorreflector, esencialmente tomando la luz reflejada y reflejándola directamente a lo largo de la trayectoria original de las luces. Este efecto aumenta la cantidad de luz visible que ve el animal. Como esta luz retrorreflectada coincide con la trayectoria de la luz original y la reflejada, se mantiene la nitidez y el contraste de la imagen que ve la retina. Este aumento de la intensidad de la luz proporciona el aspecto brillante de las pupilas.

Debido a la capacidad del Tapetum Lucidum de aumentar la intensidad de la luz disponible, esta capa de tejido proporciona a ciertos animales la capacidad de ver con una luz mucho más tenue. Esto es obviamente muy útil para los carnívoros nocturnos que cazan por la noche, o pescan en profundidades donde la luz es escasa. Se sabe que los cazadores utilizan el Eyeshine para localizar a sus presas. La técnica se llama “spotlighting”.

Los humanos no tienen un Tapetum Lucidum. Eso sí, pero muchos humanos operados de cataratas tienen unos extraños reflejos en los ojos que me recuerdan a esa estructura.

Rubén Castro

Redactor

Apasionado de explorar y diseccionar lo último en tecnología. Tengo mucha experiencia en el mundo de los ordenadores y el gaming, aunque también me gustan todos los tipos de gadgets.

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