Juegos de mesa ambientados en Warhammer 40.000: una forma de iniciarse al miniaturismo

Tomás de Jesús, 9 septiembre 2020

Ya están aquí las ofertas de AliExpress para el verano con descuentos y cupones:

  • AFUES03: 3 euros de descuento con 29 euros de compra mínima
  • AFUES08: 8 euros de descuento con 69 euros de compra mínima
  • AFUES20: 20 euros de descuento con 169 euros de compra mínima
  • AFUES30: 30 euros de descuento con 239 euros de compra mínima
  • AFUES50: 50 euros de descuento con 369 euros de compra mínima

Ver ofertas

Cuando alguien piensa en Warhammer 40.000 puede que se le venga en mente grandes batallas de ejércitos futuristas. Pero más allá de lo que es este juego en sí, hay otros sistemas que se nutren de las mismas miniaturas o, al menos, que están basados en el mismo universo.

Y es que si te pones a indagar sobre la cantidad de contenido que hay respecto a Warhammer 40k, encontrarás desde libros, videojuegos, juegos de cartas y hasta un puñetero monopoly. Sí, tal como lo escuchas, recorriendo la avenida herejía directo al Ojo del Terror. cada vez hay más material alternativo al wargame original.

Games Workshop sabe que no todo el mundo puede permitirse un ejército completo para iniciarse en el mundillo, así que ofrece alternativas para jugar a Warhammer 40.000 de otra forma: juegos de mesa. Juegos que en apenas una hora u dos se haya completado una partida. Juegos rápidos, trepidantes y con mucha personalización.

En este artículo vamos a hablar de ellos y sobre lo interesantes que son, ya sea como un complemento a la colección de Warhammer 40.000 como para aquellas personas que desean iniciarse con una inversión más baja. Vamos, muy buenas alternativas que te harán disfrutar de este fantástico universo.

Kill Team

Si Warhammer 40.000 es un enfrentamiento entre dos ejércitos completos, se podría decir que Kill Team es una escaramuza de dos comandos. En vez de liderar ingentes cantidades de tropas, te vas a centrar en dirigir un pequeño grupo de soldados dispuestos a darlo todo en el campo de batalla.

Kill Team es rápido, intuitivo y ofrece muchísimas horas de diversión. Su escala más reducida, en comparación a Warhammer 40.000, facilita que cualquier persona pueda tener un comando listo para dar caña con apenas invertir menos de 100 euros.

Encontrarás las mismas facciones que existen en Warhammer 40.000, por lo que si ya tienes un ejército, puedes aprovechar las mismas miniaturas para formar tu comando. Y si te interesa otra facción, es una buena forma de cambiar de aires.

¿Por dónde comenzar en Kill Team?

Si es tu primer contacto con Warhammer 40.000 y Kill Team, recomiendo que se adquiera la caja de inicio de Kill Team. Esta viene con dos comandos completos, las reglas necesarias para jugar y una buena cantidad de escenografía.

En el caso de que te haya picado el gusanillo, pero ya seas un aficionado al wargame, puedes aprovechar tus propias miniaturas del ejército y escenografía. Lo único relevante que debes adquirir es el libro de reglas y los accesorios necesarios, como plantillas de explosión en el caso de que no tengas ninguna.

¿A quién va dirigido Kill Team?

Los nuevos encontrarán un juego muy divertido, interactivo con la escenografía y fácil de aprender. Su similitud con reglas de Warhammer 40.000 facilitará dar el paso a este otro juego, por lo que es ideal para las personas que no tengan claro si les va a gustar el wargame.

Si te juntas con un amigo, la caja de inicio de Kill Team es una buena opción. Primero porque dividiremos costes, y segundo porque tendrás ya alguien con quién aprender y echar las primeras partidas.

Necromunda

Similar a Kill Team, Necromunda se basa en una lucha de bandas en un mundo colmena donde las mafias y criminales tratan de ganarse la vida. Necromunda nos zambulle en las entrañas de un planeta gótico y oscuro donde cualquier error de liderazgo hará que nuestra banda de malhechores acabe acribillada en un rincón olvidado.

Necromunda tiene sus propias miniaturas, bandas personalizadas y con un carácter muy diferente al de otros ejércitos de Warhammer 40.000. Y es que la versión actual del juego ha recuperado la esencia de la edición que salió hace más de veinte años atrás, ofreciendo a los más nostálgicos un juego trepidante y divertido.

La variedad de miniaturas es brutal, por lo que es una gozada pintarlas y jugar con ellas. Las reglas son ligeramente más complejas que Kill Team, pero una vez te las aprendes con unas cuantas partidas te encantará. Es ideal para montar campañas, donde cada banda y miniatura gana experiencia para ganar habilidades únicas y especiales.

¿Por dónde comenzar en Necromunda?

La caja de inicio de Necromunda es bastante cara, disparándose de precio por encima de los 200 euros. Su contenido es muy bueno, con dos bandas, escenografía y todo lo necesario para jugar, pero quizás alguien que no ha jugado nunca es una mala idea.

Por ello, en el caso de que ya colecciones Warhammer 40.000 o Kill Team, lo mejor es aprovechar la escenografía y comprar solo el libro de reglas y la banda que te guste. Deberás hacer algo de plástica para crearte tus propios tokens de marcadores, pero eso es solucionable.

¿A quién va dirigido Necromunda?

Claramente está enfocado para los nostálgicos, para aquellos veteranos de Warhammer 40.000 que jugaron en su momento con las reglas antiguas y conservan sus miniaturas de metal en las estanterías. Necromunda les permite sacarlas de nuevo y disfrutar de un juego muy similar al que jugaron.

Aún así, no se cierra en banda a jugadores novatos, pero la intención de venta siempre ha sido el corazoncito de los más curtidos en el oscuro universo de 40.000. Si te mola, no dudes en comenzar por aquí, quizás ya luego des del salto a comandar ejércitos de verdad y no bandas de criminales o de la autoridad imperial.

Blackstone Fortress

En la galaxia de Warhammer 40.000 existen un montón de misterios sin resolver, lugares que explorar y curiosidades mortales que desentrañar. Este es el caso de las fortalezas de piedranegra, unas arcaicas naves espaciales con un poder destructivo ilimitado. Muchos han querido hacerse con ellas, pero solo muy pocos lo han conseguido.

Blackstone Fortress nos mete en la piel de unos aguerridos aventureros futuristas en las entrañas de una fortaleza negra. Un equipo variado y con mucho carácter que deberá colaborar entre ellos para ir creciendo, avanzando y sobreviviendo a desafíos cada vez mayores.

Es un juego de mesa pensado en modo campaña, es decir, que un grupo de jugadores hacen de “héroes” y otro hace de director de juego, llevando a los “malos”. El contenido que aporta está genial, sobre todo si te gusta la historia de Warhammer 40.000. Además, cada jugador puede encargarse de pintar su propio personaje.

¿Por dónde comenzar en Blackstone Fortress?

Aquí es inevitable comenzar por la caja básica de Blackstone Fortress, ya que al ser una aventura lineal conseguirás todos los elementos básicos necesarios para desarrollarla. la caja supera los 100 euros, pero una vez lo hayas jugado te sabrá que ha merecido la pena la inversión. Además, las miniaturas pueden jugarse en Warhammer 40.000.

Games Workshop ha ido sacando expansiones de Blackstone Fortress con el tiempo, ampliando enemigos, aventura y mucho más, por lo que junto a tu grupo de amigos no te faltarán desafíos por superar.

¿A quién va dirigido Blackstone Fortress?

Personalmente creo que para todo tipo de jugador, ya sea veterano o novato. Los primeros disfrutarán de un estilo de juego muy diferente al de Warhammer 40.000. Los novatos, en cambio, aprenderán los principios básicos de algunas reglas y se meterán de lleno en el oscuro y peligroso universo de Warhammer 40k.

Es ideal para un grupo de amigos consolidado, que suele jugar juntos a juegos de mesa o de rol y tienen el hábito de reunirse semanalmente. Esto ayudará a tener un ritmo adecuado en el avance de la campaña, gozándola aún más.

Aeronautica Imperialis

Cambiamos de escala de juego para irnos a un juego completamente diferente. Y es que Aeronautica Imperialis es un juego de combate de aviación basado en el universo de Warhammer 40.000. Sí, no todo son naves espaciales, las aeronaves son esenciales para el control de espacios aéreos.

Aeronautica Imperialis nos ofrece un juego muy distinto a los anteriores, donde comandaremos un grupo de aviones con tal de enfrentarnos a los del oponente. Y es que cada movimiento y disparo cuenta, ya que un error puede llevarnos a perder la batalla.

En Warhammer 40.000 pueden utilizarse aeronaves para apoyar a las tropas de tierra, a una escala diferente claro. Este juego nos lleva a un nivel distinto, dejando atrás lo que ocurre bajo el cielo para centrarnos únicamente en las escaramuzas entre las nubes tóxicas de mundos colmena.

¿Por dónde comenzar en Aeronautica Imperialis?

Siempre por la caja básica, ya que no hay forma de aprovechar las miniaturas de otro de los juegos de Games Workshop. En ella tienes todo lo esencial para jugar, así como las reglas y dos facciones de fuerzas aéreas: el bando imperial y el bando orko.

Al ser un juego relativamente nuevo no tiene demasiado contenido, por lo que si te mola este rollo es buen momento para aprovechar y coleccionar. Solo hay dos facciones de base más una añadida por expansión, que es el Imperio T’au con su avanzada tecnología.

¿A quién va dirigido Aeronautica Imperialis?

Personalmente creo que para aquellos amantes de la aviación que ya tengan un pie metido en Warhammer 40.000. Aeronautica Imperialis no es demasiado caro y puedes pasar muchas tardes entretenido con él, pero será esencial que tengas un buen grupo de jugadores para no acabar aburriéndote de jugar contra el mismo.

Son pocas miniaturas, las reglas son sencillas y no debes realizar una gran inversión, por lo que puede ser un juego secundario que tener a mano cuando ya os habéis cansado de jugar a Warhammer 40.000 u otro de los juegos de mesa.

Adeptus Titanicus

Si en Aeronautica Imperialis ya cambiábamos de escala de miniaturas, espérate a conocer el Adeptus Titanicus. Porque no hay nada más terrible en una batalla que toparse con una de estas enormes moles de acero, a excepción si en tu bando hay otra igual o más grande.

Y es que en Adeptus Titanicus te pondrás al mando de los vehículos más poderosos de la galaxia, titanes de acero y hierro que arrasan los campos de batalla con sus armas y pisotones. Su poder destructivo es inimaginable, siendo decisivos en las guerras terrestres.

Por eso, en este juego nos centramos en este tipo de unidades. Sí, también pueden jugarse en Warhammer 40.000 los titanes más pequeños, pero aquí subimos a una escala donde poder dirigir incluso aquellos que ni siquiera tienen reglas para el juego de 40K.

¿Por dónde comenzar en Adeptus Titanicus?

De todos los juegos, considero que es el más particular y distinto. Nunca antes había un precedente igual, por lo que es fundamental comenzar con la caja básica de inicio. Esta viene con las reglas, escenografía a escala y algunos titanes de dos bandos distintos.

Es cara, muy cara, pero si estás decidido a jugarlo te merece la pena. No hay demasiado contenido adicional, por lo que enseguida puedes tener una buena colección para disfrutar al máximo de este juego.

¿A quién va dirigido Adeptus Titanicus?

No es un juego para novatos, para gente que no conoce el universo de Warhammer 40.000. Creo que es ideal para aquellos jugadores que ya llevan unos años jugando y les fascinan los caballeros y titanes imperiales, pero que a la vez no pueden sacarlos a lucir al campo de batalla.

Las reglas son bastante distintas que Warhammer 40.000, y ni siquiera se pueden aprovechar las miniaturas para jugarlas en el otro juego. Por eso es un juego de especialista, y es esencial que cuentes con algunos colegas que les guste jugar para que no acabe desaprovechado en la estantería.

Speed Freeks

Si hay algo en lo que destacan los orkos, es su ingenio por crear máquinas de guerra sobre ruedas. Pero también les fascina la velocidad, y por eso Games Workshop aprovechó esta idea para sacar Speed Freeks, un juego de carreras donde los orkos tienen todo el protagonismo.

Speed Freeks salió como un añadido al ejército de orkos, ya que puedes aprovechar las mismas miniaturas para Warhammer 40.000, pero añadiendo reglas divertidas para jugar de forma individual. Y es que cuenta con varias modalidades de juego de carreras, pero ninguna se salva de que te puedas llevar un tiro o un trompazo.

El juego está pensado para dos, incluye todo lo necesario para jugar y puedes adquirir vehículos adicionales para tener mayor variedad. Todo orko, claro. Un modo que me gusta mucho es el de carrera continua, donde se encadenan varios tableros hasta que alguien se queda atrás y es eliminado.

¿Por dónde comenzar en Speed Freeks?

No hay muchas alternativas, ya que las reglas y dados especiales que necesitas para jugar a Speed Freeks se encuentran en la misma caja de inicio. Puedes comprarte más buggies y motos orkas compatibles con el juego, pero lo esencial viene con la primera caja.

Lo ideal es comenzar con ella, y si sois varios colegas tener un par o tres para poder combinar los tableros para hacer la carrera progresiva, que es la más divertida. En cualquier caso, al haber pasado tanto tiempo de su distribución, es difícil conseguirla. Por internet se puede encontrar todas las reglas y elementos indispensables.

¿A quién va dirigido Speed Freeks?

Los amantes del ejército orko sacarán el máximo provecho tanto al juego en sí como a sus miniaturas, ya que son perfectamente compatibles con Warhammer 40.000. Es una buena forma de introducirse en este mismo ejército, sobre todo si te gusta la parte motorizada de los orkos.

Como juego individual funciona a la perfección, siendo adecuado para pasar divertidas tardes e introducir a novatos al mundo de Warhammer 40.000. Los orkos siempre tienen ese toque absurdo y divertido que atrapa, por lo que enseguida querrán saber más de ellos y del resto de facciones.

¿Vale la pena comenzar por alguno de estos juegos si luego quiero saltar a Warhammer 40.000?

Muchos de los actuales aficionados a Warhammer 40.000 comenzaron coleccionando sus ejércitos gracias a colegas que les introdujeron en el mundillo, pero ahora estos grupos son más reducidos y cuesta más encontrarlos. Con los juegos relacionados con Warhammer 40.000 se tiene una opción muy interesante para iniciarse.

Primero de todo, porque no se necesitará una gran colección para jugar partidas “normales”, como sí ocurre en Warhammer 40.000. Por ejemplo, en Kill Team, la inversión es mínima entre la caja básica y el comando que prefieras (y que por lo general será la compra de una caja de tropa de Warhammer 40.000).

Con esta base ya tienes suficiente como para luego comenzar un ejército más en serio. Necromunda, Speed Freeks y Blackstone Fortress van por el mismo camino, ya que muchas de sus miniaturas pueden ser aprovechadas para las partidas. En cambio, Adeptus Titanicus y Aeronautica Imperiales no, debido a su diferencia de escala.

De todas maneras, cualquiera de estos juegos se valen muy bien por sí mismos, así que ofrecen incontables horas de diversión sin necesidad de gastar mucho más.

Si eres un jugador que tiene claro que vas a dar el salto en Warhammer 40.000, mi recomendación es que siempre comiencen por Kill Team. Conoce los comandos, sus facciones y todos esos detalles antes de comprarte el tuyo. Así, cuando quieras expandir tropas, te será mucho más fácil.

Con la nueva edición de Warhammer 40.000, que salió junto a la caja de inicio Indomitus, pueden realizarse partidas de patrulla a muy pocos puntos que también son una gran opción para iniciarse. Aún así, la clave está en que el novato que se inicie disfrute, quiera repetir y coja el gustillo a las miniaturas.

¿Y tú a qué juegos de Warhammer 40.000 le das? ¿Comenzaste directamente en él o pasaste de uno de ellos a batallas más épicas? Déjanos un comentario y permite que conozcamos tu opinión, nos encantaría saberla.

Tomás de Jesús

Redactor

Redactor de contenidos con formación en Relaciones Laborales, Recursos Humanos, Coaching y Mediación, aunque no teme escribir de cualquier otro tema que se le proponga. También ofrece asesoramiento y orientación a través de la metodología de coaching, tanto en el ámbito personal como deportivo, académico y laboral.

Consentimiento